El servicio postal de los Estados Unidos (USPS) obtuvo una pérdida de 4.332 millones de dólares en su ejercicio 2009-2010, según ha anunciado su presidente John Potter. A pesar de que la compañía pública aún no ha publicado sus resultados anuales completos, Potter ha realizado un comunicado recientemente desvelando que la empresa registró una cifra de negocio de 49.000 millones de euros, mientras que el volumen transportado fue de 170 millones de envíos (lo que representa un declive de siete millones de piezas).
La pérdida de 4.332 millones representa un nuevo y serio deterioro respecto a los números rojos de 2.743 millones obtenidos en el ejercicio anterior. De hecho, la cifra de negocios no ha variado entre 2008 y 2009. Uno de los principales problemas que mantiene USPS es la negativa del Gobierno de Obama a aumentar el precio del servicio público de correos. Sin embargo, detrás de esto se esconde el verdadero problema de la compañía, que no es otro que el descenso de la demanda de servicios postales.
En línea con la mayoría de las empresas postales del mundo, USPS está sufriendo el cambio hacia las comunicaciones electrónicas. A pesar de que el correo publicitario y promocional sigue creciendo, no fue lo suficiente para compensar la caída de los otros segmentos del mercado. Además, la posición finacnciera de USPS se complica aún más debido a su enorme gasto en pensiones y cobertura médica de sus empleados.
Este coste ascendió a 3.610 millones de euros en 2009, una cantidad que la empresa pidió al Congreso que fuera reducida. La respuesta del legislativo fue no. USPS intenta parar la sangría con un plan de reducción de costes, recortando servicios de entrega en fin de semana y con el cierre de muchas oficinas postales. Si no lo consigue, la empresa puede quedarse sin respaldo económico a finales de 2011.
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