El Comité Nacional del Transporte por Carretera ha comenzado a analizar el nuevo Anteproyecto de Ley para la modificación de la LOTT, cuya tramitación quedó pendiente en la anterior legislatura por el adelanto electoral, con cierto sabor a ‘déjà vu’. Y es que el equipo de Fomento, que dirige la ministra Ana Pastor, ha presentado al sector un nuevo borrador similar al texto que entró hace casi un año en el Congreso. Las modificaciones presentadas son escasas y la mayoría de ellas son formales y de redacción. La verdad, para este viaje no hacía falta tantas alforjas.
Así las cosas, parece evidente que el informe del Comité Nacional, que una vez más será incapaz de alcanzar una posición común, ya que representa intereses tan dispares como los de los transportistas, agencias, logísticos o transitarios, entre otros, no podrá ser muy diferente al presentado en su día. Eso sí, el sector tendrá una segunda oportunidad para plasmar sus reivindicaciones en la nueva LOTT. De momento, las asociaciones más representativas de los transportistas ya han avanzado que plantarán batalla para intentar que se copie el modelo francés. Es decir, el pago a 30 días y la cláusula automática del gasóleo, con sanciones administrativas en caso de incumplimiento, así como la responsabilidad directa en la intermediación, para resolver los problemas de morosidad en las subcontrataciones en cascada. Unas medidas que supondrían un balón de oxígeno para el transporte, con la que está cayendo. La pregunta es obligada, ¿si funciona bien en el país vecino, por qué no en España? Fomento debería tomar buena nota.
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