El lingote de hierro y los metales no férricos representan el 82,3% del movimiento total.
El Depósito Franco de Bilbao gestionó en sus instalaciones un tráfico de más de 590.000 toneladas el pasado año, entre entradas y salidas de mercancías, lo que supuso un crecimiento del 17%. El lingote de hierro, que aumentó un 3,6%, y los metales no férricos, que duplicaron las cifras del ejercicio anterior, representan el 82,3% del total
El Depósito Franco de Bilbao recibió en sus instalaciones del puerto la entrada de 295.178 toneladas a lo largo del pasado año y gestionó un tráfico de más de 590.000 toneladas, una vez sumadas las salidas de mercancías, lo que supuso un aumento del 17 por ciento con respecto al año anterior, según señalaron a este periódico fuentes de la entidad. Al mismo tiempo, realizó el vaciado de 3.450 TEUs, casi 1.000 TEUs más que en 2007, y cargó y descargó 1.210 camiones. A estas cifras hay que añadir la inspección de 8.555 contenedores -frente a los 7.807 del año anterior- en el PIF, instalación cuya operativa física corre a cargo del Depósito Franco de Bilbao.
El ratio de inspección diario fue de unos 40 contenedores. Por grupos de mercancías (ver gráficos adjuntos), el lingote de hierro, que representó más del 62 por ciento del total de las entradas de mercancías, continúa siendo, con diferencia, el principal producto. En concreto, el Depósito Franco recibió 185.623 toneladas el pasado año, con un crecimiento del 3,6 por ciento. En segundo lugar se situaron, de nuevo, los metales no férricos. Si en 2007 representaron el 11 por ciento de las entradas, en 2008 elevaron su porcentaje hasta el 19,4 por ciento.
Y es que en 2008 se movieron más de 57.300 toneladas, lo que supuso duplicar las cifras del pasado ejercicio, gracias, sobre todo, al espectacular incremento de las partidas de cátodos de cobre (+681 por ciento, con una entrada de 30.281 toneladas) y aluminio (+140 por ciento, con 15.096 toneladas). A continuación se situaron el aceite de soja, con un 2,8 por ciento de las entradas y un crecimiento del 46,5 por ciento, y el aceite de pescado, que representó el 2,5 por ciento del total de entradas pese a sufrir una caída del 35,8 por ciento. Un análisis pormenorizado de la evolución de las principales mercancías que entraron en el Depósito permite apreciar una “disminución de los productos de consumo y un incremento del almacenamiento de materias primas”, según apuntaron las mismas fuentes.
Unos registros que reflejan la brusca caída de la producción industrial del País Vasco, que en enero experimentó un descenso del 22,7 por ciento con respecto al mismo mes del ejercicio anterior. Las instalaciones del Depósito Franco están situadas en el muelle Reina Victoria del puerto de Bilbao, donde dispone de diez almacenes con una superficie de 27.144 metros cuadrados, de los cuales 25.359 son cubiertos y 1.785 descubiertos. Además, la entidad es propietaria de la nueva terminal de frío del puerto de Bilbao, que gestiona la sociedad BAFT (Bilbao Atlantic Frío Terminal).
La planta, que abre la puerta al almacenaje de producto congelado para alimentación, ocupa una superficie de 4.455 metros cuadrados, distribuida en dos cámaras para productos congelados (-20ºC), con una capacidad de almacenaje de 3.600 pallets. Al mismo tiempo, posee tres cámaras para productos refrigerados, con capacidad para 1.470 pallets. La terminal de frío se sitúa en primera línea del muelle Reina Victoria del puerto de Bilbao y cuenta con una línea de atraque dedicada de 180 metros lineales. El presupuesto de la obra rondó los 4,1 millones, financiados mediante recursos propios y créditos bancarios.