Ford reducirá la plantilla de su fábrica de furgonetas Transit en Southampton (Reino Unido) en 850 personas de las que unas 500 se pretende que acepten un plan de bajas voluntarias. En mayo se eliminarían otras 350 personas de la plantilla administrativa y comercial, también a través de bajas voluntarias o jubilaciones anticipadas. La planta de Southampton mantiene un ritmo muy bajo de producción, equivalente a sólo cuatro turnos por semana y fuentes de la compañía afirmaron que no pueden seguir pagando a los empleados si no producen, aunque no se trate de una paga completa.
Además, Ford, que tenía acordado un aumento salarial del 5,2 por ciento para este año, ha dicho que va a reconsiderar el mismo debido al deterioro que se ha producido en el mercado desde que se alcanzara ese acuerdo con los sindicatos en octubre. Unas cosas y otras han terminado por despertar las iras de los trabajadores y Tony Woodley, secretario general del sindicato Unite, ha dicho que la actitud de la compañía acabará por desencadenar la reacción de los trabajadores.
“Ford pide a los trabajadores que recorten su paga para mantener sus puestos de trabajo, mientras los trabajadores se preguntan si no se pretende recortar su paga para indemnizar a los trabajadores que Ford quiere echar”, dijo un portavoz de Unite. “Los altos ejecutivos de Ford que se llevaron unos 1.150 millones en 2008, son los que quieren recortar la paga y los puestos de trabajo de quienes les ayudaron a levantar aquellas ingentes cantidades de dinero”, apuntó Woodley.
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