El responsable de Daimler Trucks, Andreas Renschler, cree que en dicho año se habrán agotado ya las vías convencionales de rebajar su consumo y emisiones contaminantes.
El responsable de Daimler Trucks, Andreas Renschler, admite que para 2030 los motores diésel habrán dejado de monopolizar el transporte, pero seguirán presentes con emisiones y consumos muy por debajo de los actuales. Las alternativas serán los combustibles sintéticos, la tecnología híbrida y la pila de combustible
“Los motores diésel seguirán moviendo los vehículos de transporte en el año 2030, aunque habrán dejado de monopolizar el mismo”. Así de contundente se mostró el responsable de Daimler Trucks, Andreas Renschler, que cree que “para entonces ya se habrán agotado las vías convencionales de rebajar su consumo y sus emisiones contaminantes, como son la optimización del proceso de combustión del gasóleo, la aerodinámica del vehículo y hasta puede que se haya llegado a generalizar el uso del EuroCombi, la eficiente combinación articulada de 25,25 metros de longitud”.
Renschler estima que para 2030 los combustibles de origen fósil seguirán estando a disposición del transportista, cuyos camiones pesados habrán reducido el consumo de gasóleo a sólo 25 litros cada 100 kilómetros, pero el precio de tales combustibles será mucho más elevado del que ahora tienen. Las alternativas serán los combustibles sintéticos, la tecnología híbrida y las pilas de combustible.
Respecto a los combustibles sintéticos, el responsable de Daimler Trucks cree que los procedentes de la licuefacción de los gases generados en la destilación de la biomasa (BTL) son los que más futuro tienen por ahora, pues cuentan con la ventaja de no alterar los precios de alimentos básicos como el arroz, la soja, etc. “Pero yo creo que en la distribución de mercancías es posible que sea la propulsión híbrida la solución dominante en 2030”, indicó Renschler, que subrayó que “los híbridos permiten reducir el consumo y las emisiones de CO2 en más de un 20 por ciento”.
No obstante, para Andreas Renschler, desde el punto de vista del conocimiento actual, la única solución que permitirá llegar a las cero emisiones en el transporte a larga distancia es la pila de combustible. “Para el año 2030, es posible que ya podamos contar en Europa con una red de distribución de hidrógeno y que, reduciendo la cantidad de platino que hoy requieren las pilas de células de combustible, consigamos abaratar muy sensiblemente el coste de este sistema de propulsión”, apuntó el responsable de Daimler Trucks. Procesos de concentración Andreas Renschler recalcó que no había que olvidar que incluso con los desarrollos previsibles ya implantados en la práctica diaria, tanto los fabricantes de camiones como los propios transportistas seguirían teniendo una meta clara: ganar dinero.
Por eso, lo mismo que los fabricantes han venido experimentando un importante proceso de consolidación durante los últimos 50 años, también los transportistas tendrán que afrontar un proceso parecido y aunque aún hay en la actualidad autopatronos incluso en Estados Unidos, para 2030 el transporte de mercancías por carretera estará dominado por las flotas de más de 50 vehículos, la mayor parte de ellos tractocamiones con semirremolques.
Y serán los propios transportistas los que demandarán que los fabricantes de camiones se transformen y evolucionen a proveedores de servicios de los que sólo uno de esos servicios será el camión. “En el año 2030, creemos que más de 50 céntimos de cada euro movido en el sector del camión tendrán que ver con los servicios complementarios, principalmente los relativos a la telemática”, pronosticó Renschler. La telemática, en este sentido, ayudará a replanificar las rutas de transporte en la distribución para evitar los atascos y congestiones de tráfico, monitorizará el estado de las piezas sujetas a desgaste, protegerá los vehículos frente al robo, y permitirá elevar la eficiencia de los sistemas de transporte combinado camión-ferrocarril.
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