Cummins, el fabricante estadounidense de motores Diesel, mejoró apreciablemente sus resultados financieros durante el primer trimestre del año en curso en comparación con el mismo período de 2009 debido al recorte de costes y a la mejora de productividad en sus instalaciones fabriles, así como al aumento de la demanda en los principales mercados internacionales.
El volumen de negocios de Cummins en el primer trimestre de 2010 llegó a 2.480 millones de dólares (unos 1.900 millones de euros) frente a los 2.440 millones del mismo trimestre de 2009, pero pese a esa muy leve diferencia en el facturado, la compañía consiguió que sus beneficios netos durante el período pasasen de 7 millones a 149 millones de dólares.
Sin embargo, en comparación con el cuarto trimestre de 2009, las ventas descendieron un 27 por ciento por la contracción de la demanda de motores en el mercado norteamericano. Tim Solso, presidente ejecutivo de Cummins, atribuye ese descenso a la entrada en vigor de la nueva normativa EPA 2010 sobre control de emisiones de los motores para camión, que entró en vigor a primeros del presente año.
Las entregas de motores para camiones pesados (clase 8, según la segmentación del mercado norteamericano) descendieron un 80 por ciento en el primer trimestre de 2010 y un 90 por ciento en comparación con el cuarto trimestre de 2009. Con vistas a lo que resta de 2010, el presidente de Cummins ha mejorado sus anteriores previsiones y ahora estima que la facturación puede llegar a 12.000 millones de dólares.