Se estanca por debajo del 2% de cuota modal, mientras la carretera mueve tres de cada cuatro toneladas en la suma de transporte de mercancías nacional e internacional.
El transporte de mercancías por ferrocarril sigue anclado en una cuota modal residual, si atendemos a los datos oficiales del último Observatorio del Transporte y la Logística de España (OTLE), que elabora el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana.
Pese al impulso que han logrado dar en materia de tráficos los competidores privados de Renfe Mercancías en el último lustro, el tren de mercancías alcanzó un discretísimo 1,4 por ciento de cuota modal en el último análisis presentado, correspondiente a 2018.
Este modo de transporte sigue sin levantar cabeza y tras conseguir arañar hasta cinco décimas de cuota desde el inicio de la pasada crisis económica hasta 2014 y 2015, en los siguientes tres ejercicios ha vuelto a encadenar nuevas pérdidas de participación en la gran tarta del transporte de mercancías en los ámbitos nacional e internacional.
Frente a la irrelevancia del ferrocarril, la carretera se vuelve a erigir en la gran dominadora del transporte de mercancías en nuestro país, puesto que controla cerca de tres toneladas de cada cuatro que se mueven en la suma de los ámbitos nacional e internacional.
La cuota del ferrocarril de mercancías es más relevante en el mercado doméstico, pero no deja de manejar también un volumen escaso, puesto que en 2018 se situó en el 1,6 por ciento de cuota modal, también en caída en los últimos años. A su vez, en el transporte internacional de mercancías desde y hacia España apenas alcanza un 0,7 por ciento.
El marítimo, por su parte, ha ido ganando terreno en la última década, hasta incrementar su cuota modal desde el 14,7 por ciento en 2007 hasta el 25 por ciento en 2018.
Si acudimos a la comparativa entre las cuotas modales en el transporte terrestre entre España y la media de la Unión Europea, el ferrocarril de mercancías en nuestro país tampoco sale especialmente bien parado. En España, con el último dato comparable según el citado OTLE, que corresponde al ejercicio 2017, el ferrocarril ostenta una cuota del 5,3 por ciento, frente al 94,7 por ciento de la carretera. Mientras, en la UE, la participación del ferrocarril se eleva hasta el 17,3 por ciento, la carretera alcanza el 76,7 por ciento y el transporte fluvial, inexistente en España, alcanza un 6 por ciento.
Acudiendo a la comparativa con países de nuestro entorno más cercano, en Alemania la cuota modal del ferrocarril es del 17 por ciento, en Francia del 10 por ciento, en Italia del 13 por ciento y en Reino Unido del 9 por ciento, según los datos del último OTLE.
En conjunto, los datos vienen a demostrar que pese a que los políticos españoles de cualquier signo suelen tener muy en cuenta al ferrocarril de mercancías y al transporte intermodal en sus discursos, a la hora de la verdad no se arbitran medidas decididas para su fomento. Así lo vienen denunciando las principales asociaciones del sector, tanto la Asociación de Empresas Ferroviarias Privadas (AEFP) como CETM Multimodal y la Unión de Operadores de Transporte Comodal (UOTC).
Precisamente, estas dos últimas pusieron sobre la mesa el pasado verano una propuesta de medidas urgentes ante la entonces cartera de Fomento para intentar revitalizar el transporte ferroviario e impulsar el papel de los transportistas de carretera en el mismo, con el fin de conseguir la mejora en los servicios y evitar el deterioro del sector.
Entre las medidas que incluye este documento se encuentra la necesidad de poner en marcha una Unidad Intermodal en el seno del Minsterio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. Esta vieja reivindicación de la patronal presidida por Antonio Pérez Millán se ha ganado el respaldo de la Comisión de Intermodalidad del Consejo Nacional de Transportes, así como del pleno del mismo. CETM Multimodal, con su presidente Juan Castellet a la cabeza, también es partidaria de que se impulse una agencia de este tipo. La propuesta, que como decimos se ha ido ganando el apoyo tanto de transportistas como de operadores intermodales, empresas ferroviarias y puertos, gana enteros, puesto que “por lo menos da la sensación de que en el Ministerio ya tienen claro que esta es una petición de todo el sector”, reconocía el presidente de UOTC recientemente a TRANSPORTE XXI.
Tanto CETM Multimodal como UOTC consideran que uno de los principales requisitos para potenciar los tráficos intermodales es eliminar la dependencia de Renfe Mercancías de la cartera de Transportes. La filial de mercancías de Renfe debería depender de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) para que su función sea ecuánime, según reclaman ambas organizaciones. En este punto coinciden plenamente con AEFP, que lo considera la decisión ideal para quitarle presión al resto del sector, si bien la patronal presidida por Juan Diego Pedrero va un paso más adelante al demandar también que la compañía sea saneada y se le busque un socio.
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