La terminal generará unos ingresos al puerto de 70 millones de euros, podrá ampliarse cuando esté al 80% de la capacidad y el tráfico de transbordo será inferior al 50%
Una de las condiciones que el puerto de Barcelona ha incluido en los pliegos del concurso para optar a la terminal de contenedores es que el concesionario no podrá explotar otra terminal en la instalación. Es decir, si se la adjudican TCB o Tercat deberán renunciar a la actual concesión. La adjudicataria también deberá aportar un capital social de 50 millones de euros.