Las empresas alemanas de transporte combinado no recibirán ninguna ayuda por parte del Gobierno de Berlín para hacer frente a la crisis económica. A pesar de que el sector mantenía conversaciones muy avanzadas con el Ministerio de Transportes, finalmente la Comisión de Presupuesto del Parlamento federal ha rechazado la propuesta de subvención. El primer operador privado de Alemania y de Europa, Kombiverkher, había solicitado una ayuda de Estado de 30 millones de euros para todo el sector.
El dinero sería repartido en dos años para cubrir las pérdidas de los retornos en vacío y evitar la supresión de ciertas rutas. Kombiverkher ha visto menguar su actividad entre un 20 y un 30 por ciento, según las líneas, desde otoño del año pasado. El operador se plantea actualmente aumentar sus tarifas y practicar una nueva reducción de su oferta con el fin de sobrevivir a la crisis. La empresa cree inevitable la pérdida de calidad en el servicio y el retorno de muchos cargadores y transportistas a la carretera: “algo que, de hecho, es contrario a la política oficial de transportes del Gobierno alemán”, afirma Armin Riedl, director general de Kombiverkher.
“Por otro lado, la negativa a las ayudas solicitadas se transformará en una distorsión de la competencia, ya que numerosos países vecinos ya han aprobado ayudas al transporte combinado”. A pesar de la oposición del Parlamento, el Ministro alemán de Transportes ha declarado que están trabajando en la búsqueda de formas alternativas de liberar dinero público.