Un informe oficial señala que en diez años el operador postal británico ha pasado de obtener beneficios a registrar pérdidas.
El informe Richard Hooper, encargado por el gobierno británico, defiende que la única solución para los problemas del operador postal nacional (Royal Mail) es vender por lo menos el 30 por ciento de la empresa a un operador privado extranjero. La holandesa TNT y la alemana Deutsche Post serían los principales candidatos
Mientras que en el resto de Europa los operadores postales se esfuerzan por conservar la protección del Estado y en reclamar subsidios, a pesar del proceso de liberalización del sector, el Gobierno del Reino Unido invita a inversores privados extranjeros a adquirir el 30 por ciento de la empresa postal pública, Royal Mail. Un informe encargado por Downing Street y elaborado por el empresario Richard Hooper recomienda la venta de parte del capital de Royal Mail para hacer frente a los cambios que conllevará la liberalización del mercado postal en la UE, y que sólo en inversiones tecnológicas implica ya un coste de 500 millones de libras esterlinas al año.
El ministro Peter Mandelson, a cargo de Royal Mail y antiguo comisario europeo de Comercio, afirma que el propósito del informe es “vislumbrar el futuro y recomendar los pasos necesarios para sostener el servicio universal en un mundo en el que la tecnología, el comportamiento del consumidor y las condiciones del mercado cambian rápidamente”. En realidad, la meta principal del informe es encontrar una solución para una empresa que en diez años ha pasado de los beneficios a las pérdidas. El primer vistazo después de leer el informe Hooper se dirige a Alemania y Holanda: Deutsche Post y TNT son los candidatos más fuertes a entrar en el capital de Royal Mail.
Pero mientras DP no ha abierto la boca aún en este sentido, TNT ya ha declarado a través de su presidente Peter Bakker que “Royal Mail y TNT ya han explorado oportunidades de sociedad en el pasado. El informe de la comisión Hooper proporciona el futuro enfoque que ha de tomar Royal Mail. Asumiendo que el gobierno británico pondrá en práctica sus recomendaciones, el establecimiento de una alianza entre nuestras empresas sería lo más lógico”. Sin embargo, hay grandes obstáculos por delante. Al igual que en el Reino Unido y que en Alemania, el principal problema del operador postal holandés son los costes, y en especial los costes salariales.
Sin cambios en el estatus de los trabajadores postales británicos, y sin eliminar redundancias, la rentabilidad del postal seguirá siendo baja si no nula. Hasta ahora, ni Alemania ni Holanda han encontrado solución a este problema, y no parece plausible que en el Reino Unido griten eureka, sobre todo teniendo en cuenta que el sindicato de carteros y trabajadores postales es uno de los pilares del partido laborista, y el bajo índice de popularidad de Gordon Brown no puede permitirse cerrar las puertas a sus aliados.