El sector madrileño, que redujo su flota en 30.000 camiones desde el inicio de la crisis, registró un descenso del 8,2% en kilómetros recorridos por vehículos pesados en 2011.
El Gobierno regional ha aplazado la amenaza de los peajes al mantener dudas en torno a la fórmula de pago idónea. El sector madrileño, que redujo su flota en más de 30.000 camiones desde el inicio de la crisis, registró un descenso del 8,2 por ciento en kilómetros recorridos por vehículos pesados el pasado año
El Gobierno de la Comunidad de Madrid ha decidido aplazar la puesta en marcha del conflictivo sistema de peajes en las autovías de la red principal de carreteras de la región, medida que aparece recogida en el marco del proyecto de Ley de Medidas Urgentes de Modificación Presupuestaria hecho público hace unos meses. El motivo del aplazamiento tiene que ver principalmente con las dudas que existen en torno a la fórmula más idónea para la aplicación de estos peajes, según aseguran fuentes solventes.
También la fuerte oposición de algunas corporaciones municipales de la región, con algún importante edil del Partido Popular al frente, y las quejas del Comité Madrileño de Transporte por Carretera (CMTC), han contribuido de alguna forma a que la medida que parecía inminente se haya pospuesto por lo menos hasta la entrada del próximo año. El Ejecutivo regional no ha sido capaz aún de ponerse de acuerdo en torno al tipo de peaje a aplicar, según las citadas fuentes.
Entre las opciones destacan la instalación de un sistema de peaje con cabina a la manera tradicional, que contaría con el inconveniente de ser el más caro de mantener para las arcas públicas, los dispositivos a bordo para su lectura a través de diversos arcos ubicados en las carreteras, así como la creación de una nueva tasa que deberían abonar los conductores de forma anual.
Desde el primer momento ha quedado claro que la candidata inicial para poner en marcha la experiencia de los nuevos peajes en la región sería la M-45, una autovía que cuenta con tres de los cuatro tramos más transitados de la red de la Comunidad de Madrid. Como ya adelantó este periódico en ediciones anteriores, tan solo en esta autovía se verían sujetos al pago del nuevo peaje más de 15.000 vehículos pesados de forma diaria, lo que da fe del impacto que supondría la medida en el sector del transporte, pese a que desde la Administración regional se ha aludido públicamente a que los transportistas tendrán “una consideración singular”, presumiblemente bajo la fórmula de las bonificaciones.
Todo esto se produce en un contexto en el que el sector del transporte en la región está pasando por uno de los momentos más críticos de su historia. Desde el comienzo de la crisis, la flota regional se ha reducido en más de 30.000 camiones, hasta situarse en el umbral de las 630.000 unidades.
Además, la actividad del sector sigue cayendo en picado, como lo demuestra el hecho de que el número de kilómetros recorridos por vehículos pesados en la región registrase un descenso del 8,2 por ciento en las carreteras de la red principal de la Comunidad de Madrid el pasado año, según un reciente estudio de la Dirección General de Carreteras de la Consejería de Transportes. El dato es tan significativo que representa en la práctica multiplicar por cuatro la caída que experimentó el tráfico de los vehículos ligeros.