Planifica el futuro aeropuerto como complementario a Madrid-Barajas a partir de 2020.
El Gobierno regional está convencido de que el incremento en el tráfico de carga en Madrid en la próxima década justificará la construcción del futuro aeropuerto de Campo Real. La Comunidad de Madrid continúa planificando la nueva infraestructura aeroportuaria, que será complementaria a Barajas, con 2020 como horizonte inicial
La Comunidad de Madrid sigue adelante con la planificación del futuro aeropuerto de carga de Campo Real, a pesar del varapalo que para este proyecto ha representado el reciente informe del grupo de trabajo de Carga Aérea de Madrid Plataforma Logística (MPL) que señala que las debilidades de la carga aérea en la región deben resolverse en el aeropuerto de Barajas. Además, el informe va más allá al apuntar que el proyecto de aeropuerto de carga “en las actuales circunstancias económicas, no responde a una demanda real”. Sin embargo, el vicepresidnete del Gobierno regional, Ignacio González, ha reiterado la intención de construir “un gran aeropuerto internacional de carga en Madrid que sea el centro de logística de distribución del centro de Europa y del eje norte-sur y este-oeste”.
Por su parte, para el director de la sociedad pública regional Aeropuertos de Madrid, Antonio Rodríguez Icardo, “tenemos que hacer entre todos una profunda reflexión sobre el sistema aeroportuario de Madrid. Barajas es un gran aeropuerto pero con el paso del tiempo tendrá sus limitaciones”. En este sentido, la Comunidad de Madrid maneja informes de la Unión Europea según los cuales los principales aeropuertos europeos empezarán a sufrir una saturación en al menos ocho horas al día hacia el año 2020 y “esos informes incluyen también a Barajas”. Precisamente por eso es por lo que la planificación del segundo aeropuerto “se tiene que impulsar, porque una infraestructura de este tipo requiere plazos de desarrollo de hasta una década”.
Por eso, el director de Aeropuertos de Madrid asegura que “vamos a seguir adelante con la planificación de Campo Real como complemento de Barajas, para que le apoye tanto en el apartado de carga como en low-cost”. En lo que al tráfico de mercancías específicamente se refiere, “somos conscientes de que gran parte de la carga en Madrid se mueve en las bodegas de los aviones de pasajeros, esto tiene lógicamente sus condicionantes, pero es preciso recordar que también hay dificultad actualmente con los acarreos en el aeropuerto de Barajas”, apunta Rodríguez. Además, “si conseguimos que el negocio de la carga aérea se multiplique por cuatro en una década nadie se plantearía entonces ningún problema de duplicidad entre Campo Real y Barajas y eso es hacia lo que tenemos que tender”.
En este sentido, desde la Administración regional se plantean alternativas para consolidar la apuesta de Campo Real por el tráfico de carga que pasarían por atraer a una o varias compañías integradoras para que trasladasen su operativa hasta el nuevo aeropuerto, así como la de conseguir la implantación de alguna compañía aérea especializada en carga que no esté operando actualmente en Madrid.
Por otro lado, otro aspecto a tener en cuenta es el de los problemas medioambientales con los que se encuentra Madrid-Barajas. Así, en los últimos meses se está consolidando un movimiento conjunto de diversos ayuntamientos de municipios aledaños al aeropuerto que solicitan medidas urgentes contra la contaminación acústica como el cierre nocturno de las instalaciones, la prohibición de circulación de determinadas aeronaves y un mapa del ruido. Este grupo de alcaldes ha demandado “la construcción de Campo Real como solución para paliar estos problemas”.