Camufla la suspensión de la polémica y precipitada privatización como una “prórroga” para que los candidatos logren financiación.
Fomento se ha rendido a la evidencia y ha “pospuesto” la polémica privatización de las pistas de Madrid y Barcelona, dejando la resolución de los concursos para el Gobierno que salga después de las elecciones del 20 de noviembre. Aduce que es una petición de los consorcios candidatos, que no conseguían la financiación necesaria
El Ministerio de Fomento ha decidido “posponer” la polémica privatización de la gestión de los aeropuertos de Madrid y Barcelona debido a “la dificultad para conseguir financiación” por parte de los consorcios candidatos, lo que en la práctica supone la suspensión de los concursos a la espera de la resolución que tome el Gobierno que salga de las elecciones del 20 de noviembre. El partido en la oposición siempre fue muy crítico con la operación.
En declaraciones recientes, Andrés Ayala, presidente de la Comisión de Transportes del PP, aseguraba que el Gobierno “ha licitado las concesiones (de Madrid y Barajas) cuando todavía no tenía adjudicadas las asesorías técnica, jurídica, de valoración, bancaria y financiera para la salida a Bolsa del 49 por ciento de Aena Aeropuertos. Todo se está haciendo de manera alocada. Y eso es irresponsable. Y los actos de gobierno sí tienen responsabilidad. Creemos que se está actuando de tal manera que se le podrían pedir responsabilidades personales”.
Al cierre de esta edición, según un comunicado oficial, el presidente de Aena Aeropuertos, Juan Lema, se disponía a proponer al Consejo de Administración una prórroga de tres meses, hasta el 31 de enero de 2012, para la presentación de las ofertas para adjudicar el 90,05 por ciento del capital de las sociedades concesionarias de Barajas y El Prat. La decisión de Fomento de parar la privatización de las dos joyas de la corona del sistema aeroportuario era más que previsible, después de que Economía tomara la misma resolución a la hora de sacar a Bolsa Loterías del Estado.
La razón para ampliar el plazo respondería a “una petición de las empresas participantes en el concurso debido a las dificultades para reunir la financiación necesaria antes de la fecha establecida”. La Asociación de Líneas Aéreas (ALA), que también se había mostrado contraría a esta privatización por su “carácter precipitado y poco explicado”, se felicita por la decisión del Gobierno, aunque opina que “Aena aduce razones que no van al fondo de la cuestión, que es independiente de quién tome la decisión o de las demandas de los consorcios que licitan, pues lo sustancial es cómo se decide, es decir, qué oportunidades y costes de oportunidad tiene la privatización para la gestión de las aerolíneas”, subrayan desde la organización.
Poco antes de posponer los concursos, en un almuerzo coloquio organizado por el Foro Madrid Carga Aérea (Madcargo), Juan Lema, presidente de Aena, aseguró que “la reforma de la gestión aeroportuaria ya estaba encima de la mesa de los anteriores ministros de Fomento, en concreto, desde la época de Arias Salgado”. En respuesta a las posturas críticas a la privatización porque supone un cambio de modelo y de gestión sin los consensos necesarios, argumento de ALA, Lema añadió que “los cánones de los concesionarios de Madrid y Barcelona irán a la mercantil Aena Aeropuertos, con lo que los ingresos del conjunto de la red aeroportuaria se mantienen.
Antes era vía beneficios, después será vía cánones. Otra cosa es la venta de hasta el 45 por ciento de Aena Aeropuertos, porque ya vimos que no era el momento económico adecuado, y porque prevemos que entre en beneficios el año que viene y que aumente su valor en los siguientes. El tema de las concesiones es distinto. Lo que tenemos claro es que si no nos dan el mínimo, dejaremos desiertos los concursos. Todos los candidatos irán apalancados para las condiciones que hemos pedido”.
DEFENSA DEL MODELO
Abundando en el mismo asunto subrayó que “muchos creen que, con los concesionarios, las tarifas van a subir porque lo que quieren los privados es ganar dinero. Yo lo que digo es que las tarifas subirán porque están muy bajas, sobre todo en Madrid y Barajas. La influencia de los subsidios cruzados entre aeropuertos sobre las tarifas es ridícula. Y se sobrevalora el impacto de los aeropuertos pequeños en los resultados de la red de Aena”. Por último, seis consorcios empresariales se presentaron al concurso de Barajas y otros seis al de Barcelona.
En ambos casos, pujaban las principales constructoras españolas en compañía de gestores aeroportuarios internacionales. El nudo gordiano ha estado a la hora de encontrar financiación para pagar lo que pide la pública Aena Aeropuertos, 3.700 millones en el caso de Barajas y 1.800 millones en el de Barcelona. Además, durante los 20 años de concesión, el consorcio adjudicatario deberá de pagar a Aena un canon anual del 20 por ciento sobre los ingresos, siempre con unos mínimos garantizado, lo que supondría unos 150 para Madrid y 80 para Barcelona.