Michel Rollier, director general asociado de Michelin, uno de los mayores fabricantes mundiales de neumáticos, cree que los datos financieros y comerciales del primer trimestre del presente año reflejan que pueden estar acercándose tiempos muy duros para la industria en general no sólo en Norteamérica sino también en Europa. Rollier se une así a distintas voces que vienen advirtiendo en las últimas semanas del peligro de que la crisis financiera y crediticia de Estados Unidos tenga secuelas en el Viejo Continente.
“La demanda de neumáticos para camión es un buen indicador económico y en Europa occidental hemos visto un descenso claro en las ventas para el mercado de reposición durante las seis semanas últimas”, dijo Rollier. Aunque había declarado dos meses atrás que la crisis financiera estadounidense parecía no tener efecto alguno sobre las ventas del fabricante francés de neumáticos, su director general asociado ha tenido que rectificar y anunciar que su compañía no va a tener los beneficios previstos en el primer trimestre.
Los resultados de Michelin se han deteriorado no sólo por la contracción de la demanda de cubiertas, sino también por el aumento del precio de las materias primas, que sigue en su prolongada tendencia alcista, así como por la desfavorable paridad entre dólar y euro, con el consiguiente efecto negativo no sólo para la firma francesa sino también para los exportadores europeos en general.