En los últimos meses ha llamado la atención de los analistas la tremenda caída de Volvo en el segmento de tractoras del mercado español, que con frecuencia lideraba la sueca. En medios industriales se cree que la coincidencia de la crisis y su impacto en la contracción de la demanda de vehículos industriales con la operación de Veinsur, no sólo el principal vendedor de Volvo Trucks en España sino también el primer concesionario europeo de camiones de la sueca, está resultando letal.
Hace poco más de un año, se anunciaba que en una operación de “leveraged buy-out” (se compra con dinero prestado y se avala el crédito con activos de la compañía comprada), el fondo de capital riesgo Ibersuizas se hacía con el 50 por ciento de Veinsur, quedando el otro 50 por ciento en manos del grupo J. Carrión, anterior propietario, que iba a seguir al frente de la gestión.
Algunas fuentes estimaban que se pretendía así reducir la concentración de riesgo que suponía la elevada concentración de ventas en un solo concesionario, pero ahora se habla del fracaso de la maniobra y de una posible recompra del 50 por ciento de Veinsur en manos de Ibersuizas.