MAN seguirá en su fábrica de camiones de Brasil con el consorcio modular implantado por el español Ignacio López de Arriortúa en la fábrica que Volkswagen tiene en Resende (Brasil), tras hacerse el grupo con la producción de vehículos industriales de VW en ese país. En realidad, el consorcio modular es más un sistema de externalización de los gastos de personal que un proceso industrial propiamente dicho.
La principal característica del consorcio modular es que son los empleados de los propios proveedores de componentes los que se incorporan a la cadena de montaje para realizar las labores que en el sistema tradicional de montaje en cadena estaban y están encomendadas al propio personal del fabricante de vehículos. En el caso de la planta de Resende hay siete proveedores clave que suministran desde los chasis a los motores y desde las cabinas a los neumáticos.
El personal de esos proveedores se encarga de montar todos ellos en la misma cadena de ensamblaje de Resende bajo la supervisión de un cierto número de especialistas que sí están en la plantilla de 1.500 personas con que cuenta el constructor de vehículos, MAN Latinoamérica en este caso, ya que ese es el nombre que ha adoptado ahora la fábrica brasileña. Entre esas 1.500 personas hay una buena parte que se dedica al desarrollo de nuevos productos, la administración, el márketing y la posventa.
Lógicamente, el consorcio modular rebaja notablemente los gastos de personal, optimizando los costes de producción y reduciendo los tiempos de montaje, ya que el personal de los proveedores está mucho más familiarizado con las técnicas que permiten reducir al máximo el tiempo de montaje de sus distintos sistemas y equipos. En Resende se construyen camiones que van desde el modelo Delivery, con sólo 5,5 toneladas de peso máximo autorizado (PMA) hasta la gama Constellation de camiones pesados, que alcanzan un peso máximo con remolque de hasta 57 toneladas.