Leif Johansson, presidente ejecutivo de Volvo, que comercializa camiones con las marcas Volvo, Renault, Mack, UD y Eicher, ha admitido ante el “Financial Times” que la recuperación de las ventas de camiones en el mercado europeo va más lenta de lo que ellos habían previsto, un 10 por ciento, pese a lo cual no anunciarán por ahora rectificación alguna, así como tampoco lo harán sobre la evolución del mercado estadounidense, para el que vaticinaba un avance del 20 por ciento.
No obstante, Johansson cree que el mercado mundial de camiones alcanzará niveles récord en 2010, gracias al fuerte crecimiento de la demanda en China e India y también en Brasil, mercado este último donde Volvo cuenta en estos momentos con una cartera de pedidos mayor que toda la que ha conseguido en Norteamérica en el primer trimestre. Pero el presidente ejecutivo de Volvo descarta que estemos ante una evolución en W, una de las más temidas por los economistas.
Tras la quiebra de Lehman Brothers en el tercer trimestre de 2008, Volvo entró en la crisis más brutal de su historia, llegando a una situación de ventas negativas, ya que se cancelaban más pedidos de los que entraban en cartera. Hubo casos en que, al cerrar los bancos el grifo de los créditos, algunos transportistas cancelaron pedidos de vehículos que ya se encontraban pintados con la imagen corporativa de la empresa a que iban destinados.
Las ventas de Volvo se redujeron a la mitad en sólo seis meses y el grupo se vio obligado a despedir a 22.000 de las 100.000 personas en plantilla, amén de acometer un drástico plan para recortar sus costes en 21.000 millones de coronas suecas (unos 2.200 millones de euros). El grupo cerró 2009 con unas pérdidas de 4.200 millones de coronas. En el primer trimestre de 2010, anunció unos beneficios de 1.700 millones de coronas.