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El grupo Volvo detiene la sangría financiera con un drástico plan de medidas para reducir sus costes

Las entregas de la sueca aún registraron en marzo una disminución interanual del 43,7%.

Después de seis trimestres seguidos con pérdidas, el grupo sueco Volvo ha conseguido que sus libros contables dejen de escribir sus últimas líneas en rojo, fruto de un drástico plan de reducción de costes. La marcha de sus ventas refleja, sin embargo, lo delicado de la situación y aún registraron en el mes de marzo una caída interanual del 43,7 por ciento

El grupo sueco Volvo, que construye y comercializa camiones con las marcas Volvo, Renault, Mack, UD Trucks (antigua Nissan Diesel) y Eicher Motors, ha sorprendido a la mayoría de los analistas al anunciar unos beneficios netos de 1.700 millones de coronas suecas (unos 177,9 millones de euros), después de una larga cadena de seis trimestres consecutivos anunciando pérdidas. El vuelco en los resultados del grupo sueco (en el mismo trimestre de 2009 registraba pérdidas de 4.200 millones de coronas) es fruto de un plan drástico de recorte de 21.000 millones de coronas de gastos, de las que la mitad son consideradas “estructurales o permanentes”. Todo ello se ha traducido en el cierre de varias fábricas y en la eliminación de 20.000 puestos de trabajo, entre los que se cuentan algunos correspondientes a consultores externos.

A finales de marzo último, el grupo Volvo tenía en plantilla 90.405 trabajadores fijos y 7.464 trabajadores temporales y consultores. Leif Johansson, presidente ejecutivo del grupo Volvo se felicitó porque las dos grandes divisiones del mismo, los camiones y la maquinaria de obras públicas, que generan el 81 por ciento del volumen de negocios del grupo, habían vuelto a arrojar beneficios operativos. En conjunto, el grupo sueco aumentó en un 4,4 por ciento sus ingresos, alcanzando 58.600 millones de coronas, siendo especialmente notorio el avance del 36 por ciento en la facturación de Volvo Construction Equipment, la división de maquinaria para obras. Johansson destacó que la entrada de pedidos se había duplicado con relación al primer trimestre de 2009, alcanzando 43.936 unidades en el primer trimestre de 2010 frente a las 20.183 conseguidas en el mismo trimestre de 2009 y mantuvo su previsión de que en 2010 las ventas de camiones pesados crecerán un 10 por ciento en el mercado europeo y de un 20 a un 30 por ciento en el norteamericano.

Sin embargo, algunos analistas ya han señalado que quizá se hayan lanzado las campanas al vuelo demasiado pronto en Volvo. “Están indicando que la tendencia a la mejoría va a continuar pero puede que sea demasiado pronto para incrementar sus previsiones”, indicaba a Reuters Morten Imsgard, un analista del Sydbank A/S danés, una institución que considera que las acciones de Volvo están sobrevaloradas en este momento.

Está claro que la demanda tardará varios años en volver a los niveles que tuvo justo antes de que estallara la crisis, pero Volvo tiene que tener en cuenta que sus ventas durante los 12 meses a 31 de marzo de 2010 están aún un 43,7 por ciento por debajo del mismo período a 31 de marzo de 2009, cuando no se tiene en cuenta la aportación de la firma india Eicher Motors, de la que no se dispone de datos para hacer comparaciones significativas, pero que de cualquier forma representaría una aportación marginal.

Es más, considerando el año móvil mencionado, las ventas de camiones de la marca Volvo están aún en Europa un 61,5 por ciento por debajo y un 46,2 por ciento por debajo las de la marca Renault, la cual, todo sea dicho de paso, es la que genera en este momento el 60,7 por ciento de las ventas de camiones del grupo en el Viejo Continente. Estas últimas cifras ponen en solfa de desiderata las previsiones de Johansson respecto a la evolución previsible de sus ventas en el mercado europeo durante 2010. Johansson también señaló que la actividad de posventa y de venta de servicios estaba dando síntomas de recuperación y que el grupo Volvo ha sido capaz de mantener los precios de sus productos y servicios en unos niveles muy buenos.

“Lo que ha caracterizado a este primer trimestre de 2010 es que hemos empezado a vislumbrar el final de la crisis financiera y que la economía real está volviendo a hacerse presente en nuestras actividades cotidianas”, dijo Johansson, que agregó que “nuestros clientes hablan mucho menos de los problemas para conseguir financiación y liquidez con que comprar nuestros camiones”. Otro de los efectos positivos de la mejoría experimentada por los resultados del grupo Volvo en el primer trimestre de 2010 es que han venido a tranquilizar a los inversores sobre la posibilidad de que el grupo sueco tuviera que emitir deuda para financiarse.

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