Urge un protocolo de actuación conjunto entre los puertos de Algeciras y de la colonia.
El hundimiento del “New Flame” en Gibraltar, tras colisionar con un petrolero en agosto de 2007, pudo evitarse y resultó de una combinación de factores que incluyen el exceso de confianza en las ayudas electrónicas a la navegación y la ausencia de una protocolo de actuación conjunto entre Algeciras y la colonia, asegura la investigación
El informe de la Administración Marítima de Gibraltar (ADM) también apunta que el control de los movimientos del barco, que estaba en aguas españolas pero bajo jurisdicción de la colonia, fue insuficiente. Sin embargo, lo más llamativo de la investigación es que “la ausencia de un protocolo de actuación formal entre los puertos de Gibraltar y Algeciras pudo contribuir al accidente”, todo ello a pesar de que existe una comisión, en la que participan los Gobiernos de Madrid, Londres y de la colonia, donde se estaría trabajando en este asunto. De hecho, el informe de AMG urge a Gibraltar y Algeciras a establecer un procedimiento formal de comunicación para actuar de manera coordinada y rápida en situaciones de crisis como la del “New Flame”. Ambos puertos comparten la bahía, dónde el “New Flame”, partiendo de Gibraltar, colisionó con el petrolero “Torm Gertrud”, que navegaba hacia Algeciras.
El “New Flame”, con su carga de acero inoxidable, se hundió a casi una milla de Punta Europa. Hoy, la mitad del naufragio sigue en el fondo del mar. La investigación ha descubierto que ninguno de los dos buques estaba al corriente de la posición del otro y que no hubo ninguna comunicación por radio entre ambos hasta que fue demasiado tarde. “Los dos barcos fallaron a la hora de monitorizar de manera adecuada el movimiento del otro carguero”, señala el informe de AMG, que asegura que los barcos implicados confiaron más de lo necesario en el radar y en la información del AIS (sistema electrónico de ayuda a la navegación) en detrimento de un chequeo visual desde el puente de mando. Y es que la información del AIS no era orientativa porque también estaba registrando los movimientos de otros barcos que se encontraban navegando en la misma zona.
La investigación es muy crítica con las rutas dibujadas por ambos capitanes ya que demuestran la poca diligencia de los mismos a pesar del intenso tráfico que había en el área. La situación se complico aún más por la proximidad de los dos barcos a la línea de tierra de los muelles de Gibraltar, donde había varias buques amarrados, dos de ellos además en una zona prohibida. Por último, el informe de AMG también urge al Gobierno de Gibraltar a establecer una zona restringida a la navegación en Punta Europa para evitar que los mercantes maniobren cerca de la costa.