España es el cuarto país del mundo en el que más aumenta la pérdida desconocida.
La distribución minorista en España ha registrado unas pérdidas por hurto de clientes, empleados, fraude de proveedores y errores internos de 2.946 millones de euros, lo que supone un incremento del 7,7 por ciento en un año. España es el cuarto país del mundo donde más ha crecido el hurto, según un estudio de Checkpoint Systems
El comercio español minorista registró unas pérdidas desconocidas -provocadas por hurto de clientes, empleados, fraude de proveedores y errores internos- de 2.946 millones de euros entre julio de 2010 y junio de 2011, lo que supone un aumento del 7,7 por ciento respecto al periodo precedente y representa el 1,4 por ciento de las ventas totales del sector, el mayor porcentaje registrado en los últimos nueve años, según el último observatorio presentado por Checkpoint Systems.
Estas cifras se deben “a la duración de la crisis, al recorte de la inversión en seguridad y al aumento de la delincuencia organizada”, señala Mariano Tudela, director general de Checkpoint para el sur de Europa y Francia. Con estos datos, España se sitúa como el cuarto país del mundo donde más aumenta el hurto, solo por detrás de República Checa (9,3 por ciento), Irlanda (8,3 por ciento) y Rusia (8,1 por ciento) y al nivel de Grecia.
España es el octavo país donde más se roba en términos absolutos. De los 2.946 millones de euros de pérdidas desconocidas, cerca de la mitad (49,6 por ciento) corresponde al hurto externo ocasionado por clientes, el hurto interno provocado por personal del establecimiento supone el 29,4 por ciento, el fraude de proveedores representa el 5,4 por ciento y los errores internos, como aquellos producidos en el marcado de precios, causan el 15,6 por ciento de las pérdidas. Si al valor del hurto y del fraude de proveedores se suma el gasto en seguridad de las compañías, el sector soporta un coste por delincuencia de 3.268 millones de euros, lo que equivale a unos 80 euros por ciudadano. La inversión en seguridad se ha reducido en dos millones de euros, hasta los 782 millones.
Los artículos más vulnerables son los caros, de marcas reconocidas y fáciles de transportar. Así, los productos con mayor índice de hurto son de alimentación (los quesos y los loncheados ibéricos), cosmética (los productos de afeitado, cremas de gama alta y barras de labios), complementos de moda, bebidas alcohólicas y artículos de electrónica y productos de bricolaje. El informe se basa en encuestas a 38 firmas españolas que suman 7.562 establecimientos y ventas de 25.000 millones. Las pérdidas desconocidas a nivel mundial han aumentado un 6,6 por ciento y en Europa han crecido el 7,8 por ciento.