El Soivre tendrá menos efectivos para analizar mercancías y los operadores exigen mejorar procedimientos para reducir costes.
El ICEX advierte que la lentitud de las inspecciones se agravará a corto plazo en el puerto de Valencia lo que perjudicaría aún más el volumen de tráficos por la rada. El organismo advierte que el Soivre tendrá menos efectivos para analizar mercancías mientras que los operadores exigen mejorar procedimientos para reducir los costes en Valencia
El Instituto Español de Comercio Exterior (ICEX) advierte que la lentitud de las inspecciones del Soivre tenderá a agravarse en el puerto de Valencia, según ha asegurado Cristina Martínez, directora Territorial de Comercio. Martínez explica que “tenemos bastantes quejas con el problema de los análisis”, matizando que “a ver qué hacemos con los medios materiales y personales que tenemos. Son los que son y no van a ser más”. La máxima responsable del ICEX en Valencia señala que “los inspectores hacen lo que pueden, hay una carga de trabajo muy grande, hay una disminución de personal considerable. Eso repercute en las relaciones con los operadores”.
El Soivre se encarga de realizar la inspección y control de calidad comercial de los productos objeto de comercio exterior, inspecciones que se realizan en los recintos aduaneros, y en las instalaciones de confección, envasado, producción, almacenamiento, carga o distribución de exportadores y operadores. Transitarios del puerto de Valencia coinciden en destacar un “irregular funcionamiento de las inspecciones” que está restando carga al recinto portuario, ya que la mercancía encuentra entradas más fáciles por enclaves como Alicante.
En concreto, un transitario destaca que ante el mismo contenedor que debe ser inspeccionado en Valencia y en Alicante, el coste de la inspección es de más de 800 euros en Valencia al tener que descargar el contenedor en las instalaciones de FCC mientras que en Alicante “sólo ven las primeras cincuenta cajas que están en la puerta. Con eso hacen el despacho. Sólo cuesta un posicionado de revisión de Soivre”. Otro operador afirma que “nos preguntamos por qué Valencia pierde carga, bien por el volumen de inspecciones o por los filtros los clientes perciben problemas y en otros puertos no, mientras que no se practican los mismos procedimientos en el Soivre a la hora de inspeccionar la mercancía. Provoca sobrecostes y supone desvíos de carga”.
El ICEX se ha comprometido a solucionar la problemática de los análisis en los tráficos de importación de calzado por el puerto de Valencia, ya que en los últimos meses no se han podido hacer análisis en Valencia. Esto ha producido que contenedores con estas cargas hayan estado detenidos en el puerto “27 días para un resultado de análisis”, según denuncia un transitario, matizando “calculen un contenedor en el puerto durante 27 días lo que supone”. Los importadores de calzado de Alicante llevan varios años denunciaron retrasos en el puerto de Valencia por los controles de seguridad que se centran en alertas de consumo como contaminaciones o etiquetado. Operadores aseguran que la mercancía puede estar una media de una semana paralizada cuando los inspectores deciden reconocer físicamente la carga, mientras en puertos como Barcelona el trámite apenas dura dos o tres días.