La cartera de pedidos de estos buques no suma ni el diez por ciento de la capacidad existente medida en TEUs.
Las empresas transportistas de contenedores llevan reduciendo sus pedidos de nuevos buques los últimos siete meses de forma continuada; esto hace que la capacidad de carga medida en TEUs de los buques encargados, frente a los portacontenedores en activo haya caído a mínimos históricos, lo que indica que los empresarios no ven la necesidad de aumentar la capacidad de carga en los próximos años.
Según muestra el informe mensual del analista Alphaliner, la relación del libro de pedidos frente a la flota de portacontenedores es el 9,4 por ciento. Es decir, una capacidad encargada de 2,21 millones de TEUs, frente a los casi 23,5 millones de TEUs de capacidad existente. En lo que llevamos de siglo, este porcentaje nunca había bajado del 10 por ciento.
Mayor es la diferencia si se contabilizan los encargos de las 100 primeras líneas de portacontenedores, que suponen casi el 90 por ciento del mercado. En este caso se contabilizan 274 buques portacontenedores encargados, frente a una flota activa mundial de 6.137 buques, lo que supone un 4,46 por ciento. Medido en TEUs, se ha encargado una capacidad para 1.891.410 TEUs, frente a una capacidad actual de 23,5 millones, lo que significa un 8,02 por ciento.
Algunas navieras muy pequeñas, con participaciones en el mercado inferiores al 0,2 por ciento (alejadas de la lista de las 100 primeras) han encargado buques de sustitución aumentando la capacidad o que apuestan a ser charteadas en diferentes rutas; eso explica que las diferencias porcentuales entre la totalidad de la flota y la de las cien primeras navieras varíe tanto respecto a buques y, de forma menos dramática respecto a capacidad de TEUs.
Teniendo en cuenta las próximas retiradas de buques, ya sea a desguace o para la transformación de sus motores por el IMO 2020, se estima que puede haber una carencia de espacio para contenedores si la economía repunta, como se espera a lo largo de este año. Esto solo beneficiaría a las navieras, ya que les permitiría mantener un precio del flete alto por el aumento de la demanda.
Algunas fuentes como Danish Ship Finance, especializada en la financiación en el ámbito naval, estima que los 280 astilleros dedicados a este tipo de construcción suman una capacidad de 56 millones de toneladas brutas, lo que en estas circunstancias supone un exceso de oferta constructiva, por lo que en breve deberán cerrar muchos de ellos.