El pasado mes de febrero fue el peor de los meses de febrero de los últimos 16 años por lo que a los vehículos comerciales ligeros respecta, ya que según la patronal Aniacam las matriculaciones de tales vehículos se redujeron un 18 por ciento, la misma caída del mes anterior, quedando en sólo 5.632 unidades. Una estadística que deja en evidencia que la demanda podría estar a la espera del plan PIMA-Aire de ayudas a la modernización del parque, que se ha puesto en marcha desde el punto de vista práctico en el presente mes de marzo.
Según Aniacam, el acumulado de los segmentos que no incluyen furgones mostró un descenso del 14 por ciento, el mismo nivel que experimentaron las matriculaciones de derivados comerciales, que es el plato fuerte, ya que supone el 60,7 por ciento de las matriculaciones en no furgones, mientras que los microfurgones, que tienen una repercusión marginal en el total de la demanda, experimentaban un repentino incremento del 850 por ciento (en febrero de 2011 sólo se habían matriculado 2 y en 2012 se llegó a 19).
Las camionetas (“pick-up”) crecieron un 34,9 por ciento, llegando a 164. El descenso más notable fue el de los furgones, que bajaron un 23,6 por ciento, sumando 2.033 unidades en 2012, de las que 1.300 eran de menos de 3,5 toneladas de peso total con carga (+22,5 por ciento) y las otras 733 de 3,5 toneladas (-25,6 por ciento).