El desplome de los precios es muy superior a la caída de las ventas, estimada en un 30%, que las paqueteras que pueden intentan compensar con la internacionalización.
El negocio de la paquetería en España se ha convertido en una subasta almejor postor y es que el desplome de los precios es muy superior a la caída de las ventas, estimada en un 30 por ciento, como consecuencia de la crisis. Pocas compañías, caso de Azkar, se han decidido por la internacionalización para capear el temporal
La paquetería en España, con un volumen de negocio de 2.200 millones anuales, ha entrado en una cruenta guerra de precios al socaire de la bajada de actividad, que alcanza el 30 por ciento en el primer trimestre del año, motivada por la crisis económica. Las paqueteras del sector se han reestructurado, optimizado rutas y reducido el nivel de subcontratación y sus recursos humanos para ajustarse a la nueva demanda, y el descenso del precio de combustible, en principio, jugaría a su favor, aunque los clientes han sido rápidos a la hora de reclamar una revisión a la baja de las tarifas en consonancia con la reducción del gasoil. Pero aún así no es suficiente.
Los precios se están resintiendo y mucho y, por añadidura, también la rentabilidad. Con la que está cayendo, muchas paqueteras están dispuestas a mantener sus clientes cueste lo que cueste. Un empresario del sector lo explica sin ambages: “El volumen de mercancía transportada no está bajando tanto como están bajando los precios”. Es decir, el desplome de los precios es superior al 30 por ciento que casi todas las empresas reconocen al hablar de la caída en sus ventas nacionales. Un analista llega aún más lejos: “la carga fraccionada se está convirtiendo en una subasta al mejor postor”.
La estrategia de Azkar Con este escenario como telón de fondo es interesante la estrategia diseñada por algunas paqueteras para capear el temporal. Especial atención merecen los pasos que está dando Azkar, la primera paquetera española con unas ventas consolidadas de 452 millones en 2007. La compañía de Somoza está apostando por la internacionalización a través de alianzas con empresas extranjeras de primer nivel, hasta el punto de que el 20 por ciento de sus ventas ya proceden del exterior, lo que supone cinco puntos más que en 2008.
Azkar ha ejecutado dos movimientos de calado que suma a su participación en la Logistics World Alliance desde 2006. Por un lado, ha dado entrada en su capital al gigante alemán Dachser, que se ha hecho con el 10 por ciento de las acciones que tenía en autocartera la española. La operación ha sido beneficiosa para ambas compañías, que ya venían colaborando desde hace dos años. A Azkar le ha permitido hacer caja en plena crisis, consiguiendo dinero fresco en un momento en el que las empresas están sufriendo por falta de financiación. Y la compañía de distribución con sede en la ciudad bávara de Kempten y ventas de 3.500 millones en 2007 ha conseguido desembarcar en España, un mercado en el que ansiaba estar.
Por otro lado, Azkar también se ha convertido en socio preferente de Geodis después de que la francesa decidiese liquidar su filial de distribución en nuestro país, Geodis Iberia, la primera empresa del sector damnificada por la crisis, que vino a significar la puntilla en una cuenta de resultados que arrastraba importantes pérdidas desde años atrás. El acuerdo de la francesa con la paquetera de Somoza implica que esta última se ha hecho con el 80 por ciento de los clientes y con 41 de los 483 trabajadores que tenía la primera en nuestro país, lo que le ha permitido compensar el desplome de la demanda nacional. Además, por un período de cinco años, Azkar se encargará de la distribución de la paquetería de la gala que tenga como destino España y Portugal.
Por su parte, Geodis realizará las entregas de Azkar en Francia y en el Benelux. Las alianzas de Azkar con Geodis y Dachser, empresas de referencia en sus respectivos países y competidores en ciertos nichos, son compatibles porque la primera se circunscribe a la ‘messagerie’, es decir, a expediciones inferiores a 100 kilos, y la segunda a ‘grupage’, es decir, a expediciones superiores a 100 kilos en pallets en Alemania y países del Este, donde la germana ha desarrollado un potente red de distribución. Ambas asociaciones son de largo recorrido para Azkar. Pero hoy no pasa de simple hipótesis, aunque obligada, plantearse si la paquetera española quedará bajo el paraguas de Geodis o de Dachser.