La contracción de la demanda de tractoras, no obstante, continúa agravándose con un descenso del 8,6% en el primer semestre, por lo que la situación sigue siendo grave.
Aunque la situación sigue siendo muy grave, el análisis de las matriculaciones de camiones en el mercado español a lo largo del segundo trimestre del año, en comparación con las del primero, permite pensar que la caída de la demanda de vehículos industriales de más de 3,5 toneladas podría haber empezado a frenarse.
La buena noticia es que las noticias no son mucho peores. Así podría resumirse el balance de la matriculación de vehículos industriales de más de 3,5 toneladas en el mercado español durante el primer semestre. Claro está que el lector que eche un vistazo al cuadro de cifras procedentes de la patronal Aniacam que acompaña esta información, podría preguntarse inmediatamente cómo se explica la afirmación del párrafo anterior cuando la matriculación de vehículos de entre 3,5 y 6 toneladas de peso con carga baja un 50,7 por ciento, la de vehículos de 6 a 15,9 toneladas desciende un 27,9 por ciento, la de rígidos de 16 toneladas en adelante se reduce un 49,3 por ciento y la de tractoras se recorta un 8,6 por ciento.
Efectivamente, el cuadro muestra el panorama desastroso en términos absolutos, pero si se estudian las tendencias, se aprecia que, en comparación con las cifras del primer trimestre del año, es el segmento de tractoras el único que empeora, ya que a finales de ese primer trimestre bajaba sólo un 7,6 por ciento, en tanto que los demás segmentos frenan su tendencia a la baja, que a 31 de marzo último, era del -56,5 por ciento en vehículos de 3,5 a 6 toneladas, del -33,7 por ciento en vehículos de 6 a 15,9 toneladas, y del -50,9 por ciento en rígidos de 16 toneladas en adelante.
En esta última categoría de rígidos pesados conviene matizar que aunque los 104 vehículos de obra registrados en el primer semestre suponen un descenso del 69,8 por ciento, respecto al mismo período de 2011, es en realidad más preocupante la caída del 43,3 por ciento experimentada por la demanda de rígidos de carretera, de los que se matricularon 660 unidades, ya que a finales del primer trimestre de 2012, sólo bajaban un 41,9 por ciento.
Los rígidos de obra descendían entonces un 77,3 por ciento. Por resumir las apreciaciones y matices desbrozados en las líneas precedentes, digamos que el mercado español de camiones de más de 3,5 toneladas mostraba al final del primer semestre de 2012 un descenso del 19,5 por ciento respecto al mismo semestre de 2011 y que el mercado de camiones de más de 6 toneladas se contraía en esos mismos períodos un 17,2 por ciento. A finales del primer trimestre de 2012, las contracciones respectivas de esos segmentos eran del 19,9 y del 17,3 por ciento, que es lo que permite pensar en que el descenso de la demanda haya comenzado a tocar fondo.
Y que esto último no se tome como un alegre repique de campanas, pues la situación sigue siendo muy grave. Los fabricantes de camiones afincados en España hablaban a comienzos de año de una previsión de unas 14.000 unidades de más de 6 toneladas matriculadas en el conjunto de 2012. Hoy, las expectativas son mucho peores. “Estimamos que en esa categoría de vehículos estaremos entre 11.000 y 12.000 unidades como mucho”, declara Eduardo García Oliveros, director comercial de vehículos industriales en Mercedes- Benz España. Así pues, sólo un milagro en el último trimestre del año en curso ratificaría las previsiones iniciales.