El operador logístico francés Stef- TFE, especializado en servicios para la cadena de frío, ha visto reducida su cifra de facturación en un 4,9 por ciento en el primer semestre del año. Si bien la empresa admite que este recorte se debe a un descenso sensible en la actividad, la cifra mantiene el optimismo de los directores por ser relativamente “discreta” en el actual clima económico.
De hecho, el grupo sigue registrando beneficios, si bien estos han caído a 6,3 millones de euros (-60 por ciento con respecto al primer semestre de 2008). La compañía indica que sus resultados semestrales se han visto afectados por “una ralentización prácticamente general del consumo, una evolución muy errática del precio del carburante, y la implantación en Francia de la Ley de modernización de la economía, que ha incitado a muchos actores de la cadena agroalimentaria a reducir significativamente sus stocks”.
La empresa gala reaccionó con un plan de ajustes de costes de producción, lo que permitió poner a salvo la rentabilidad de la división logística, pero conllevó un descenso de los márgenes de la actividad de transporte. La actividad de transporte marítimo sólo pudo volver cifras de crecimiento al finalizar el semestre.