El partido socialdemócrata (SPD), que comparte el gobierno de Alemania con el partido de derechas de Angela Merkel, ha decidido que en caso de privatización parcial del ferrocarril alemán Deutsche Bahn, las acciones no podrán recaer en manos de grandes inversores institucionales.
Es decir, deberán ser vendidas a pequeños accionistas individuales. Esta decisión puede comprometer la introducción en Bolsa del ferrocarril. Merkel ha convertido la venta del 25,1 por ciento de las acciones de Deutsche Bahn en 2008 en una de las piedras angulares de su política industrial.