El sector lo atribuye más a las restricciones en la vía N-II que al repunte de la actividad.
El tráfico de camiones por las autopistas que enlazan Cataluña con Francia (AP-7) y con el norte y centro peninsular (AP-2) creció por primera vez el año pasado desde la crisis. Para las asociaciones de transportistas, este repunte se debe más al desvío de camiones de la N-II a las vías de pago que a la recuperación de la actividad
El tráfico de camiones por las principales autopistas que conectan Cataluña con Francia (AP-7) y con el centro y norte peninsular (AP-2) creció por primera vez el año pasado desde que empezó la crisis, tendencia que se ha mantenido en los primeros meses de 2014. En la vía de pago que enlaza la costa mediterránea desde Algeciras hasta Francia, la AP-7, la intensidad media diaria (IMD) se situó en 8.787 camiones en el tramo comprendido entre Montmeló (Barcelona) y La Jonquera (la frontera) el año pasado, el 12,8 por ciento más que la media registrada en 2012. La tendencia al alza se ha mantenido en el primer trimestre de 2014 con un volumen de 10.117 camiones transitando diariamente por este tramo.
La culpable en buena medida de este crecimiento es la prohibición que pesa sobre los camiones de circular por la N-II, a su paso por la provincia de Gerona, que tienen obligatoriamente que transitar por la autopista desde el 19 de abril de 2013. Un total de 1,1 millones de vehículos pesados se han desviado de la N-II a la AP-7 durante el primer año de las restricciones, según datos de la Generalitat. Habrá que esperar a la evolución durante los próximos meses para comprobar el alcance real de la recuperación del tráfico en esta autopista. En cualquier caso, los tránsitos pre crisis todavía están lejos.
Actualmente, circulan diariamente 537 camiones menos respecto a la punta a la que se llegó en 2007, cuando se alcanzó una IMD de 10.654 vehículos. En el tramo de la AP-7 entre Barcelona y Tarragona, se registró la caída mas leve (-1,8 por ciento) el pasado año en lo que va de crisis, hasta los 8.087 camiones diarios. La nota positiva es que la IMD ha ido creciendo ininterrumpidamente desde el pasado septiembre, eso sí, sería necesario que circularan casi 4.600 vehículos pesados más cada día para alcanzar los movimientos del año 2007. También ha recuperado tráfico de camiones el otro gran corredor de pago que conecta Cataluña con el centro y norte peninsular y por donde igualmente circula el transporte internacional, la AP-2, entre Zaragoza y el enlace con la AP-7.
Aumentó el 4,8 por ciento en 2013 y casi el 10 por ciento en el primer trimestre de 2014. En esta vía de pago se empezaron a aplicar en 2013 bonificaciones en algunos tramos que discurren entre Alfajarín (Zaragoza) y Fraga (Huesca) para evitar también el paso de camiones por la N-II. La AP-2 es la que ha experimentado una mayor debacle, perdiendo casi la mitad del tráfico pesado por la crisis, de los principales corredores que pasan por Cataluña y que tiene en concesión Acesa (Abertis). Las asociaciones de transportistas consultadas tienen claro que el incremento de la circulación de camiones en las vías de pago es más fruto del desvío de tráfico de la N-II a las autopistas que por un repunte de la actividad. “Se utilizan las autopistas más por las restricciones para circular por la carretera nacional que debido a que trabajemos más.
La actividad se ha estabilizado, no ha descendido más, pero tampoco ha crecido”, señalan fuentes de Transcalit. Coinciden desde Astac Condal, “las limitaciones en la N-II han provocado que pasen más camiones por la AP-7. Se ve más movimiento, pero sobre todo de paquetería”. Para AsotransLleida, “hay un ligerísimo repunte en tráfico interno. El incremento del movimiento es estacional, por los camiones frigoríficos que exportan, pero que regresan en vacío”, señalan en referencia a la AP-2.
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