Un ramillete de importantes consultoras están auditando todas las áreas de negocio del emergente Noatum Ports. Su objetivo es validar el desarrollo del plan estratégico del grupo portuario que deberá poner en valor a sus terminales de contenedores, empresas estibadoras y marítimo-portuarias dentro del negocio portuario local y mundial.
¿Qué somos y qué queremos ser en España? ¿Y en Europa? Es la gran pregunta, aún sin respuesta. La talla profesional del nuevo equipo gestor parece idónea, el respaldo financiero del grupo, aunque opaco, es poderoso y los activos adquiridos en España, posiblemente, son los de mayor calidad del mercado del sur de Europa.
Por eso, es hora de que se conozca el plan inversor de Noatum, si se mantienen o no las apuestas del anterior equipo gestor por las terminales y la tipología de las mismas. Hay que recordar, por ejemplo, que tanto Marítima Valenciana como Opcsa estaban inmersas en ampliaciones de sus terminales para captar volúmenes de transbordo, obras hoy paradas aún por la crisis.
También preocupa la conexión de Noatum con el mercado, con los clientes grandes y pequeños, y con la parte social, estibadores y trabajadores fijos de sus plantillas. Es otro de los interrogantes abiertos que necesita de una mayor labor interna por parte del comité directivo del grupo portuario.
Y, por último, preocupa también su ambición intermodal. Noatum deberá proseguir el camino intermodal iniciado en la antigua Dragados-SPL y lograr el objetivo de tener una red propia intermodal de terminales.
El ferrocarril, por poner sólo un ejemplo de las debilidades logísticas de España, necesita más inversión y nuevos protagonistas que lo dinamicen financieramente como es el caso de Noatum.
Ojalá estemos asistiendo a un salto de calidad en el negocio portuario español, a una transición hacia la modernidad. Hoy Noatum debe despejar incertidumbres y debe empezar a aportar transparencia y gestión. Es la hora.