Empresarios admiten que el negocio asociado a la logística del contenedor vacío está reduciéndose y censuran el macro-depósito provisional como “un intrusismo forzado”.
El plan inversor de Noatum para su terminal de Valencia ha causado asombro en el colectivo de depósito y reparación de contenedores vacíos. Empresarios alertan que el negocio de vacíos pasa por mal momento, con una caída del 3,4 por ciento hasta abril y censuran el macro-depósito del Muelle de Costa como “un intrusismo forzado”.
El plan inversor de Noatum para la expansión de la concesión de su terminal pública en el Muelle de Costa del puerto de Valencia ha causado asombro entre miembros del colectivo de depósito y reparación de contenedores vacíos. Empresarios consultados por TRANSPORTE XXI alertan que “el negocio de vacíos pasa por un mal momento”, con una caída global en los volúmenes del 3,4 por ciento en el primer cuatrimestre. Hasta abril se movieron en el interior del puerto de Valencia un total de 335.089 TEUs en envases vacíos, de los que 87.030 TEUs fueron contenedores de exportación, 132.609 TEUs de importación y 115.450 TEUs en tránsito.
Estos medios matizan que la inversión de Noatum, un macro-depósito temporal de 23 hectáreas, supone “más competencia para el sector de depósito”, pero advierten “es una competencia que debe salir con desventaja competitiva si tienen que trabajar con portuarios”. Fuentes de Noatum consultadas por TRANSPORTE XXI defienden la inversión porque “lo que tratamos es entrar en el negocio de consolidación y desconsolidación de contenedores, aparte de la reparación y su almacenamiento”. En contra, operadores de depots destacan que “las compañías navieras ya sólo reparan lo que llega de importación, ya no se hace traslado de vacíos. Hoy es muy complicado cobrar al armador por una estadía de un contenedor vacío”.
Empresarios consultados se asombran por el plan de Noatum, bajo el soporte financiero de fondos manejados por JP Morgan y el fondo holandés APG, indicando que “ese suelo tiene una renta altísima”. Otras fuentes consultadas censuran el proyecto de dedicar una amplia parte de su concesión portuaria a la logística del contenedor vacío. Llegan a hablar de “un intrusismo forzado”, señalando que “los contenedores vacíos nunca fueron ni son negocio para las terminales. Hablamos de intrusismo forzado, porque Noatum no ve otro camino ante la caída que tiene el tráfico importexport y de transbordo en su terminal. Está a la deriva”. Los operadores indican que “las terminales sólo acogen el contenedor vacío en momentos bajos. Cuando tienen más tráfico no tienen espacio suficiente y además se les crean colas de camiones a sus puertas que les afectan a la productividad. Los primeros contenedores que tienden a expulsar son los vacíos”.
El plan de Noatum va a suponer, según los empresarios consultados, un ‘efecto acordeón’ en el sector que ha invertido fuertemente en los últimos años en tener instalaciones de primer nivel como es el caso de los depósitos habilitados en el Parque Logístico de Ribarroja. Allí las firmas abonan un alquiler anual a la Generalitat Valenciana. Empresarios admiten que ubicar ahora un depot dentro del puerto “no es entendible con los criterios a los que se expuso al sector hace años, sacando bases del interior o de las proximidades del puerto”, matizando que “ahora una terminal abre un macro-depósito para vacíos e incluso anuncia reparación y logística.
Hoy no es rentable”. Estos empresarios coinciden en que “terminales y depósitos deberían llegar a acuerdos para poder complementar su actividad y mantener los contenedores vacíos en los depots. Son nuestra única fuente de ingresos y nuestras bases pueden actuar como terminales complementarias de las portuarias cuando existen momentos de congestión”. Los empresarios consultados por este periódico concluyen señalando que “ese debería ser el futuro. Creemos que en ningún caso el contenedor vacío puede ser un negocio para una terminal, aunque hoy las navieras tiendan a presionar para buscar alternativas más económicas a las actuales”.