Casi el 76% de los productos transportados por avión tienen como origen/destino la propia provincia de Barcelona, una captación 20 puntos superior a la de Barajas, que cuenta con un área de influencia más extensa.
El Aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat resulta poco atractivo para su hinterland, según se desprende del análisis realizado por Gestió i Promoció Aeroportuària (GPA), consultora aérea de la Cámara de Comercio de Barcelona, en base a los datos de la Agencia Tributaria correspondientes a 2023 (enero-octubre).
Casi el 76 por ciento de los productos gestionados en las aduanas de la provincia de Barcelona transportados por el modo aéreo, y que corresponden a la media de los cinco primeros bienes importados y exportados por El Prat, tuvieron como origen o destino la propia provincia, lo que supone una reducida zona de influencia de la instalación catalana. Se trata de una concentración 20 puntos superior a la que tiene Barajas (56 por ciento) con un hinterland más amplio, según los últimos datos analizados por GPA y que corresponden al Observatorio del Tráfico Aéreo realizado por la consultora correspondiente a 2021.
La concentración en el área de Barcelona llega al 87,2 por ciento en el caso del sector textil, el segundo por volumen que utiliza El Prat. En el otro extremo, la captación más amplía de El Prat es en tráficos de maquinaria y manufacturas de metal, sector que ocupa la tercera posición, con una cuota de concentración como origen o destino provincial del 66,9 por ciento.
El Aeropuerto de Barcelona tiene potencial para captar flujos del hinterland, sobre todo mercancías procedentes del sur de Francia, pero la instalación debe ofrecer mejores servicios, coincidieron en señalar profesionales que participaron ayer en la jornada organiza por BCL (Barcelona-Catalunya Centre Logístic) para presentar el Observatorio del Tráfico Aéreo correspondiente a 2023. Faltan infraestructuras como aparcamientos seguros para que transportistas del sur de Francia con camión aéreo (mercancía RFS) crucen Los Pirineos para dejar la carga en las pistas de El Prat en lugar de ir al Aeropuerto de París, aseguró uno de los participantes.
Cimalsa, empresa pública de la Generalitat, presentó un estudio sobre el potencial de captación de más carga aérea por parte del Aeropuerto de Barcelona y el pagel que pueden jugar en esta actividad los aeropuertos secundarios de Cataluña, Girona y Reus (Tarragona). La creación de una mesa de coordinación de la carga aérea con representación del sector y de “alto” nivel institucional, así como apostar por la especialización son algunas de las conclusiones de este análisis. Aunque no era el objetivo del estudio, faltó analizar cómo puede afectar a la actividad carguera que finalmente se amplíe o no la instalación aeroportuaria, que Aena quiere hacer y que la Generalitat todavía no ha tomado una decisión por la afectación ambiental, según se puso de relieve en la jornada.