La asociación de autónomos Ametraci considera que el plan del puerto de Barcelona puede atentar contra el libre mercado.
La Comisión Nacional de la Competencia no se ha pronunciado sobre si abre o no una investigación del plan de ordenación del transporte terrestre del puerto de Barcelona, el Proatrans, promovido por la Autoridad Portuaria, once meses después de que la asociación de autónomos Ametraci formulara la consulta
La Comisión Nacional de la Competencia todavía no se había pronunciado, al cierre de esta edición, sobre si iniciaba o no una investigación del plan de ordenación del transporte terrestre en el puerto de Barcelona, el conocido como Proatrans, promovido por la Autoridad Portuaria. La asociación de transportistas autónomos que opera en la instalación, Ametraci, formuló una consulta, el pasado 15 de agosto, al entonces Tribunal de Defensa de la Competencia sobre si el citado plan atentaba contra la libre competencia. Once meses después, el organismo público todavía no ha tomado una decisión, y es que hasta el mes pasado no había dirimido si era competencia suya o de su homólogo en Cataluña.
Tras consultar a este último, la Comisión ha decidido quedarse con el caso, según señalaron fuentes de este organismo. Una vez que la Comisión abre una investigación, tiene un plazo máximo para pronunciarse de 18 meses. Pero éste no existe en el estadio anterior, es decir, cuando se formula la consulta o denuncia. Ametraci considera que algunos puntos del Proatrans vulneran la libre competencia como el plan de incentivos según el tamaño de la flota de la empresa de transportes. Se tratan de ventajas a la hora de alquilar plazas de aparcamiento y oficinas en el recinto portuario.
Estos beneficios son “ayudas públicas” reservadas “exclusivamente a las empresas que alcanzan un nivel mínimo de inversión en flota de vehículos”, con lo que “se aplican condiciones desiguales para prestaciones equivalentes que colocan a los competidores que no alcanzan dicho nivel en una situación de desventaja”, señala el escrito de Ametraci.
“Disponer de un aparcamiento en el recinto tiene mucha importancia en la práctica, se llega antes a la terminal con lo que se hacen menos colas y se pueden hacer más viajes”, señalaron fuentes de Ametraci. Además, según esta organización, el puerto no tiene competencias para fijar la inversión en flota necesaria para beneficiarse de los incentivos, ya que ello supone tratar al transporte terrestre “como un servicio portuario o una actividad objeto de autorización o concesión”.
El plan de incentivos se incluye en un reglamento aprobado por la Autoridad Portuaria y previamente consensuado con las asociaciones empresariales de la comunidad portuaria, y las del ámbito de transporte terrestre estaban representadas por Transcont, la mayoritaria de autónomos, y la patronal ALTC. Para Ametraci, este reglamento “es un acuerdo entre empresas a efectos de la Ley de Defensa de la Competencia”. La no inclusión de Ametraci en los grupos de trabajo del Proatrans “fomenta el poder de monopolio” de Transcont.