La Diputación de Guipúzcoa carece de apoyos para sacar adelante el proyecto de implantación de peajes a camiones, que tenía que ser aprobado por las Juntas Generales. Así las cosas, el ente foral deberá replantearse el proyecto o dibujar un nuevo escenario. La noticia ha sido acogida con recelo por el sector del transporte por carretera, que no se fía y mantiene aún abierta la posibilidad de llevar a cabo medidas de presión para frenar esta iniciativa, que supondría un coste medio anual de entre 8.000 y 10.000 euros a los transportistas.
De hecho, el sindicato Hiru cree que la situación no es definitiva y que todavía podría volverse en su contra, por lo que continúan pensando en las movilizaciones, como ya adelantó este periódico. La patronal Guitrans, por su parte, prefirió guardar cautela y no hacer declaraciones.