Apuesta por ser el primer ‘enclave inteligente’ del sur de Europa, digitalizando a sus operadores para flexibilizar el flujo de las navieras que permitirá superar un tráfico anual de 7 millones de TEUs en una década.
Bahía de Algeciras está priorizando la innovación a corto plazo para convertirse en el primer ‘puerto inteligente’ (smart port) del sur de Europa.
La Autoridad Portuaria, que preside Gerardo Landaluce, está inmersa en el desarrollo de un ambicioso programa de I+D+i, bajo la iniciativa “Algeciras Brainport 2020”. El plan quiere ser “un factor determinante para aumentar la competitividad y generar valor añadido”.
El principal objetivo es involucrar al conjunto de los operadores que trabajan en la dársena andaluza en una sólida apuesta por implantar la digitalización y flexibilizar el flujo de mercancías de las navieras recortando los picos de congestión de las instalaciones portuarias.
Para ello el puerto ha activado diferentes proyectos que pasan por la mejora de las comunicaciones en la rada, la optimización del proceso de importación y exportación de los contenedores, el tránsito de mercancías y pasajeros en el Estrecho de Gibraltar y la mejora del tiempo de estancia de los buques en las instalaciones del enclave.
La apuesta por la digitalización es una respuesta del puerto ante el fuerte escenario de competencia existente en el entorno del Estrecho de Gibraltar, donde las navieras vienen utilizando para sus tráficos transoceánicos tanto el puerto español como el marroquí de Tánger-Med como hubs de transbordo.
La aplicación de nuevas tecnologías está llamada a flexibilizar el flujo de las navieras por la rada, mejorando los tiempos de escala y la productividad de sus dos terminales de contenedores. El objetivo es poder superar un tráfico anual de 7 millones de TEUs en el plazo de una década, de acuerdo a los escenarios planteados por la Autoridad Portuaria en su Plan Director de Infraestructuras.
De hecho, el aumento de la conectividad naviera de la rada, con un mayor número de servicios en los últimos meses en la terminal de TTIA y una progresión de las actividades de la alianza 2M en APM Terminals Algeciras, ha provocado una reactivación de volúmenes de carga en 2019, por encima de las previsiones que tenía el enclave.
Al cierre de 2019 el puerto de Bahía de Algeciras manejó 5,1 millones de TEUs, una cifra que según el mejor escenario previsto por la rada no se preveía alcanzar antes de 2021, por lo que, pese a la desaceleración que puede venir fruto de la pandemia del coronavirus, el primer puerto español en tráfico total y volúmenes de tránsito lleva una ventaja en sus cifras de dos años, “una situación que nos debería llevar a acelerar diversas obras previstas y poner en marcha más espacio en Isla Verde Exterior para los contenedores”, indica a TRANSPORTE XXI un representante del colectivo de empresas transitarias que opera en el recinto español.
Desde el enclave se matiza que “mientras la superficie de las terminales no sea un factor limitante las navieras atraerán todos los contenedores que decidan por motivos de coste o decisiones estratégicas”.
Liderato en el Estrecho
En la actualidad, el puerto de Algeciras concentra el 55 por ciento de los tráficos de contenedores en tránsito que se manejan en el Estrecho de Gibraltar.
En opinión de la Autoridad Portuaria, “esta situación no es mantenible”, al disponer el puerto español de “poco margen de crecimiento, debido a las limitaciones de capacidad de sus dos terminales actuales”, mientras que en Tánger-Med existe capacidad de más del doble de los tráficos actuales tras la entrada en funcionamiento de la instalación semiautomatizada de APM Terminals en la rada marroquí.
El gran objetivo en Algeciras es poner en marcha nuevos espacios en Isla Verde Exterior. Y esto pasa por dar cumplimiento a la petición realizada por TTIA en 2018 de poner en marcha los terrenos de la Fase B del muelle de Isla Verde Exterior, contigua a los terrenos que opera la instalación propiedad de la surcoreana Hyundai desde el año 2010.
Este proyecto vendría a permitir que Algeciras mantuviera gran parte de su peso en el Estrecho, aparte de generar un crecimiento directo en los tráficos de import-export, una vez que se mejore la accesibilidad terrestre del enclave.
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