La Autoridad Portuaria de Barcelona, en colaboración con los operadores y los propios servicios aduaneros, ha puesto en marcha medidas para mitigar la reducción de personal en los Servicios de Inspección de Frontera (SIF). Medidas como la adquisición de maquinaria específica para manipular mercancía no paletizada muy pesada, cada vez más numerosa, que se ha financiado con el dinero ahorrado por implantar un plan de eficiencia energética, o poner a disposición de los inspectores un vehículo para el traslado rápido de una terminal al Punto de Inspección Fronterizo (PIF).
El objetivo es que “impacte lo menos posible” la reducción de personal, señaló Manuel Galán, director de Promoción de la Comunidad Portuaria de Barcelona, tras la última reunión del año del Consejo Rector, integrado por representantes de los operadores y de la Autoridad Portuaria. El comité de seguimiento de la marca de calidad, que forma parte de este foro, trabaja para ampliarla a los servicios al buque.
Es decir, el objetivo es que los estándares de calidad que se exigen al contenedor extenderlos a los servicios al buque, adquiriendo el compromiso con las navieras. En este proceso se implican Capitanía Marítima, prácticos, remolcadores, amarradores y empresas de retirada de residuos, además de la propia Autoridad Portuaria de Barcelona. En una fase posterior, se sumarán los operadores de bunkering y los consignatarios. El objetivo es que comience su aplicación a finales del primer semestre del próximo año.