El incremento de las exportaciones y el previsto estreno de la nueva terminal de Tercat auguran un repunte de los movimientos.
El puerto de Barcelona prevé un impulso en sus tráficos a través del corredor ferroviario de Madrid. El incremento de las exportaciones en el centro peninsular y el previsto estreno en los próximos meses de la nueva terminal de Tercat en la dársena barcelonesa auguran un repunte de los movimientos en los próximos años.
Pese a que los datos de tráfico registrados entre el puerto de Barcelona y el puerto seco de Azuqueca de Henares (Guadalajara), limítrofe con la provincia de Madrid, no fueron especialmente positivos el pasado año, al registrar una caída interanual de 1.300 TEUs, todos los síntomas parecen apuntar a un nuevo impulso a las conexiones ferroviarias entre la dársena barcelonesa y el centro peninsular.
De hecho, desde enero de este año, la conexión ferroviaria entre el puerto de Barcelona y Madrid se ha enriquecido con un nuevo tráfico que opera Renfe entre las terminales de Barcelona-Morrot y Madrid- Abroñigal, con mercancía procedente del puerto de Barcelona. Esta conexión “está funcionando bastante bien”, reconoce Miguel Ángel Palomero, delegado en Madrid del puerto de Barcelona.
A esto se suma el repunte en los últimos meses de las exportaciones en la región, que sumado a la prevista puesta en marcha este verano de la nueva terminal de Tercat en el puerto de Barcelona, conduce a albergar perspectivas positivas, principalmente a partir del próximo ejercicio 2013. “Las expectativas son de que con la nueva terminal en el puerto de Barcelona se va a traer más carga, a través de barcos grandes y mediante la captación de tráficos que hasta ahora se concentran en otros puertos del Mediterráneo.
Mucha de esa nueva carga vendrá para el interior”, señala Palomero. Además, con la apertura de la nueva terminal de Tercat, “TCB se extenderá, duplicará su capacidad y se volverá más competitiva”. A todo esto habría que sumarle también las expectativas de desarrollo futuro de Port-Nou. Volviendo al puerto seco de Azuqueca, el pasado año se movieron un total de 9.500 TEUs procedentes del puerto de Barcelona, lo que representó un descenso del 12 por ciento.
Este tráfico, que representó apenas la mitad de lo registrado tan solo tres años antes, se ha visto afectado en gran parte “por la presión de la carretera, que está ofertando unos precios muy bajos, lo que hace muy complicado poder competir en el corredor Barcelona- Madrid si se intenta mantener un mínimo margen de rentabilidad”, apunta Palomero. En cuanto al número de trenes, la cifra de movimientos fue muy similar a la registrada el año anterior.
Actualmente, en el puerto seco de Azuqueca se está moviendo con regularidad un tren diario de lunes a sábado, mientras que algunos días se opera también un segundo tren. Por otra parte, los tráficos ferroviarios desde el puerto de Barcelona y el interior peninsular se completan con los 10 a 12 trenes semanales que se operan en la Terminal Marítima de Zaragoza (TMZ) y los tres trenes semanales con el puerto seco de Burgos, que en temporada alta se convierten en cuatro.
En el caso de los tráficos con Zaragoza, “han crecido mucho porque TMZ, además de mover la carga que se capta en Zaragoza, está siendo utilizada también como hub para tráficos con Galicia y la cornisa cantábrica”, matiza Palomero.
Precisamente el modelo TMZ, como terminal marítima interior, es el ejemplo a seguir. En este sentido, el puerto barcelonés amplió su participación en el puerto seco de Azuqueca, con la idea de potenciarlo. Azuqueca no se centra sólo en el puerto de Barcelona sino también en atraer servicios para otros puertos. Por eso, a largo plazo, con vistas a que se vaya saturando esta terminal, se tiene la alternativa de Terminal Marítima Centro, para lo que se cuenta ya incluso con los terrenos.