La Autoridad Portuaria de Barcelona ultima una ordenanza para regular el transporte de automóviles que entran y salen de la dársena por ferrocarril. En un papel similar al que desarrolla el Adif, el puerto asignará los surcos, el horario de paso de los convoyes por las vías que discurren por su interior, con el objetivo de agilizar este tráfico, que actualmente no está regulado. “Se asignará una orden de preferencia, igual que se hace con el atraque de los barcos”, señaló Alex García, subdirector general de Explotación de la Autoridad Portuaria.
En el caso de los buques, “el atraque es por orden de llegada”, mientras que en el tráfico ferroviario hay otros factores a tener en cuenta, como “cuándo viene el barco para descargar o cargar los automóviles”. La dársena tiene nueve vías por donde circula este tráfico: cuatro en Autoterminal, dos en la otra terminal de vehículos, Setram, y otras tres en el muelle de la Energía.
También hay previstas conexiones ferroviarias en la futura terminal de short sea shipping en el muelle Costa. El puerto de Barcelona ha movido 40.508 automóviles por ferrocarril (el 26,5 por ciento del total sin incluir transbordos) en los primeros cuatro meses de este año, lo que supone un incremento del 65 por ciento respecto al mismo periodo de 2009 y un descenso del 32,6 por ciento en comparación con 2008.
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