La entidad espera licitar la construcción de la segunda fase del Espigón central en Semana Santa, por un importe de 54,4 millones de euros, que pondrá punto y final a la expansión en el Abra Exterior iniciada en 1992.
La ampliación del puerto de Bilbao en el Abra Exterior, que arrancó en 1992, encara su recta final. La entidad, con una inversión prevista para 2024 de 77,8 millones de euros, espera licitar la construcción de la segunda fase del Espigón central en Semana Santa, una vez reciba el visto bueno del Consejo de Ministros.
Las obras, por un importe de 54,4 millones de euros y un plazo de ejecución de 26 meses, permitirán aportar 30 nuevas hectáreas en el puerto, que terminará el año con el 95 por ciento de ocupación. “La demanda es muy superior actualmente a la oferta, por lo que hay que analizar muy bien qué proyectos son interesantes para el puerto y qué concesiones realizamos”, aseguró el presidente de la entidad, Ricardo Barkala.
El organismo portuario confía en poder adjudicar el proyecto en verano y arrancar el desarrollo de esta infraestructura, que será “la última gran ampliación”, en el último trimestre del año.
El máximo responsable de la Autoridad Portuaria realizó estas declaraciones durante la presentación del balance de 2023, año que se cerró con un movimiento de 32,8 millones de toneladas y un crecimiento plano del 0,11 por ciento.
La estadística refleja un mejor comportamiento que el conjunto del sistema portuario español, que registró una caída del 3,3 por ciento, si bien aún está lejos de los niveles prepandemia (-7,3 por ciento).
Barkala achacó los buenos resultados a las características de la dársena vasca, “un puerto multipropósito”, que mueve todo tipo de mercancías. Entre sus puntos fuertes destacó la “flexibilidad, adaptabilidad y resiliencia”, claves en un “escenario de incertidumbre y muy volátil”.
El presidente de la entidad también puso en valor la política comercial, que apuesta por los tráficos feeder y el short sea shipping, “un mercado que va a ir a más”. Al mismo tiempo, el máximo responsable del Puerto de Bilbao recordó que da prioridad a tráficos de alto valor estratégico, al servicio de su zona de influencia, como las cargas de proyecto, entre los que sobresalen los componentes eólicos, aunque sumen menos toneladas. “Las toneladas son un indicador muy importante, pero no es el único, ni el más importante”, subrayó el presidente del Puerto de Bilbao. En 2023 entraron a los muelles 3.600 transportes especiales, una media de diez al día.
Los graneles sustentan el tráfico
Por envases, los graneles líquidos, que suponen el 63 por ciento del tráfico total, aumentaron un 1 por ciento, a pesar de la parada técnica de la refinería de Petronor, su principal cliente.
Los graneles sólidos, por su parte, avanzaron un 4,4 por ciento hasta rozar los 4 millones de toneladas. En este apartado, destaca la exportación de coque de petróleo y la importación de los cereales y sus harinas.
La progresión de los graneles permitió amortiguar la caída de la mercancía general, que descendió casi un 4 por ciento, con un movimiento de 8,2 millones de toneladas. La mayor pérdida de tráfico corresponde a la mercancía convencional, un 4,8 por ciento, mientras la carga en contenedor retrocedió un 3 por ciento. El puerto movió cerca de medio millón de TEUs, lo que supone una ligera caída del 0,9 por ciento, un resultado más positivo que la media de los puertos españoles (-5,5 por ciento). Hay que tener en cuenta que Bilbao no es un puerto de transbordo, el tráfico más castigado el pasado año. De hecho, el puerto ocupa el tercer puesto en exportaciones (8,3 millones de toneladas), solo por detrás de Valencia y Barcelona. El mismo lugar que en importaciones (21,3 millones de toneladas), por detrás de Cartagena y Tarragona.
Los principales mercados, incluyendo el tráfico de graneles líquidos, son Estados Unidos (12 por ciento), Brasil (9 por ciento) y Rusia (8 por ciento). No obstante, Barkala exhibió músculo a la hora de exponer la posición de liderazgo del puerto de Bilbao en tráficos con Reino Unido e Irlanda. “El 33 por ciento del tráfico español pasa este enclave”, destacó.
Apuesta por el ferrocarril
En su intervención, el presidente del puerto de Bilbao tampoco pasó por alto la apuesta de la entidad por el ferrocarril, con el foco en la Variante Sur Ferroviaria, nuevo acceso por tren con el resto de la península, que sigue acumulando retrasos, si bien ya parece estar todo listo para su licitación en breve. “Tenemos que estar mejor conectados para atraer más tráficos, que ahora tienen dificultades para venir al puerto”, reconoció Barkala, que reclama seguir dando pasos para avanzar en el proyecto del Corredor Atlántico.
En 2023, operaron 4.238 trenes en el puerto, una cifra similar a la de 2022, que supone una media de casi 12 trenes al día. La cuota de contenedores que entran o salen por ferrocarril volvió a crecer, pasando del 27 al 29 por ciento.
Dentro del impulso del ferrocarril, en línea con los objetivos de la UE para promover la descarbonización, Barkala adelantó que, desde 2022, la Autoridad Portuaria gestiona la circulación y las maniobras en el dominio portuario con el objetivo de mejorar la operativa ferroviaria, y en 2023 ha llegado a otro acuerdo con Adif en la Terminal de contenedores que aún gestiona.
En clave económica, el importe de la cifra de negocio se situó en 68,8 millones, frente a los 64,9 de 2022, lo que representa un incremento próximo al 6 por ciento. El aumento de la facturación responde al incremento en la ocupación del puerto, así como al mayor tamaño de buques y número de escalas.
Además, con el objetivo de apoyar la competitividad de las empresas, y del propio puerto, en el periodo 2021-2023 las tasas portuarias se han mantenido inalteradas a pesar de la inflación general acumulada del 15,3 por ciento en ese trienio, explicó el presidente de la entidad. En este 2024 tampoco se van a revisar los precios aplicados a la clientela del puerto, añadió.
El puerto se enchufa
Por último, en materia de sostenibilidad, el presidente de la Autoridad Portuaria recordó que se está llevando a cabo la electrificación de muelles con el fin de que los buques puedan conectarse a la red eléctrica y apaguen, así, sus motores, lo cual reducirá las emisiones de CO2, los ruidos y las vibraciones. La primera fase del proyecto BilbOPS, centrada en el muelle A5 del Espigón Central, se adjudicó a la empresa Tecuni en diciembre por un importe de 4,7 millones de euros, como ya adelantó este periódico. La iniciativa cuenta con una subvención de 4,3 millones del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia.
La iniciativa BilbOPS, que se prevé entre en funcionamiento en 2026, requiere una inversión de 78 millones, de los cuales 14,2 serán subvencionados por la Comisión Europea dentro del programa de ayudas CEF Transport 2021-2027. El proyecto lleva asociado que el 20 por ciento de la energía generada sea renovable con la intención de que ascienda al 50 por ciento en 2028.