El Ejecutivo vasco liquida la figura del Comisionado, que supone la salida de Puntonet tras cuatro años marcados por el fracaso.
El presidente de la Autoridad Portuaria de Bilbao, José Ramón de la Fuente, liderará las negociaciones con los transportistas para desmontar el cártel camionero que lastra la competitividad de la dársena. El Ejecutivo vasco liquida la figura del Comisionado, que supone la salida de Puntonet tras más de cuatro años marcados por el fracaso
El presidente de la Autoridad Portuaria de Bilbao, José Ramón de la Fuente, “liderará” las negociaciones con los transportistas del puerto para poner fin al cártel camionero que controla el transporte por carretera en los muelles, “siempre con el apoyo del Departamento de Vivienda, Obras Públicas y Transportes del Gobierno vasco”. Así lo aseguraron a este periódico fuentes del Ejecutivo de Patxi López, que confirmaron la extinción el próximo 31 de diciembre la figura del Comisionado para la competitividad, creada en 2005 por el entonces consejero de Transportes del Gobierno de Ibarretxe, Álvaro Amann, para abrir el puerto a la libre competencia en la contratación de los servicios de transporte por carretera.
Esta decisión pone punto y final a la labor del Comisionado Rafael Puntonet, que abandonará su cargo tras más de cuatro años marcados por el fracaso y que sólo en este último ejercicio ha tenido una partida consignada superior a 50.000 euros en los Presupuestos Generales de la Comunidad Autónoma del País Vasco. Al final, el presidente del organismo portuario, que ya adelantó en una reciente entrevista a TRANSPORTE XXI que “la labor del Comisionado Puntonet para nosotros, como puerto, ha concluido”, asumirá la responsabilidad de solucionar los problemas de transporte que afecten al puerto.
De hecho, José Ramón de la Fuente adelantó en la citada entrevista que ya ha mantenido una primera ronda de contactos con todas las partes implicadas en el transporte por carretera vinculado al ámbito portuario y ha transmitido el mensaje de que “todo lo que no sea un libre mercado no es bueno para el puerto”, y, por lo tanto, “se debe cambiar el modelo actual”, ya que “no podemos salir así al mercado para ser competitivos”. Crónica de una muerte anunciada El adiós del Comisionado Puntonet, cuestionado desde el mismo momento de su nombramiento, era la crónica de una muerte anunciada.
En el año 2004, tras un conflicto entre transportistas que paralizó la actividad del puerto de Bilbao, el Ejecutivo vasco activó un plan de medidas para acabar con el cártel camionero del puerto y escenificó su puesta en marcha con la presentación en sociedad de la figura del Comisionado para la competitividad a principios de 2005. Tras varios años de reuniones infructuosas con todos los agentes relacionados con el puerto, el Ejecutivo incluso se mostró dispuesto a poner dinero encima de la mesa para abrir el puerto a la libre competencia.
Y es que el principal escollo para cerrar un acuerdo de liberalización es el precio de las plazas ‘ilegales’, obligatorias para poder operar en la dársena y por la que algunos transportistas han llegado a pagar más de 90.000 euros. Sin embargo, ni aún así logró Puntonet el respaldo de los transportistas y en mayo de 2008 dio por agotadas las negociaciones.
Sintrabi bloquea la actividad de la dársena por un conflicto entre transportistas
El sindicato Sintrabi, en el punto de mira de Economía por su presunta implicación en el cártel camionero del puerto de Bilbao, paralizó el tráfico rodado de mercancías en la dársena por un conflicto entre transportistas, que “se ha cerrado en falso” tras una semana de movilizaciones, según aseguraron a este periódico fuentes del sector. El conflicto estalló en un almacén próximo al recinto portuario, donde se concentraron más de medio centenar de transportistas.
La Policía autonómica desplazó al lugar varias patrullas y se vio obligada a intervenir para dispersar a los transportistas, que se desplazaron hasta las instalaciones portuarias. Interior confirmó a este periódico que la Ertzaintza tuvo que realizar un disparo al aire de fogueo y escoltar varios transportes hasta la dársena. El detonante de las movilizaciones está estrechamente relacionado con el desplome de la actividad, que en algunos tráficos llega al 40 por ciento.
Esta situación, apuntaron las mismas fuentes, ha abierto una “guerra de precios” en el transporte por carretera, “con el consiguiente baile de clientes”, lo que está provocando que algunos autónomos tengan más carga de trabajo que otros. Este escenario llevó al sindicato Sintrabi, que preside Carmelo González, a exigir a las empresas que manejan las cargas “precios justos” y un “mejor reparto del trabajo”.
Una reivindicación sin pies ni cabeza en un mercado liberalizado, que hay que enmarcarla, sin embargo, en un entorno contingentado, como ocurre en el puerto de Bilbao, donde los transportistas que operan habitualmente en los muelles mantienen un férreo control de las instalaciones e impiden el acceso de conductores ajenos a este grupo.