La entidad que preside Ricardo Barkala destinará este año cerca de 67 millones de euros en el desarrollo de nuevas infraestructuras, pese a la crisis, para favorecer la activación de la economía y del empleo.
La Autoridad Portuaria de Bilbao, pese a la crisis del Covid-19, que redundará en una caída de tráficos y, por consiguiente, de la facturación, impulsará este año todas las inversiones previstas.
La entidad que preside Ricardo Barkala destinará cerca de 67 millones de euros en el desarrollo de nuevas instalaciones con el objetivo de “favorecer la activación de la economía y del empleo”. Así lo avanzaron desde el organismo, sin concretar plazos de ejecución, vinculados al impacto de la alarma sanitaria en materia de contratación (ver infografía adjunta).
Entre las actuaciones contempladas destaca la ampliación del muelle AZ-1, que permitirá generar 50.000 metros cuadrados y una nueva línea de atraque de algo más de 200 metros. Su ejecución, como ya adelantó en exclusiva este periódico, implica retrasar más de un año el inicio de la segunda fase del Espigón Central, que se ha programado a partir de 2022. La ampliación del AZ-1, cuya obra se licitará este año, no solo posibilitará disponer de suelo para actividades industriales, sino que “mejorará la operativa de atraque en esta zona y la agitación dentro de la dársena de la ampliación”, apuntó Barkala.
También está en fase de redacción el proyecto de acondicionamiento estructural de pavimento en el muelle A2, que absorberá entre 15 y 20 millones de euros. La reforma de esta superficie supondrá el pistoletazo de salida para la ampliación de la terminal de contenedores de CSP Iberian Bilbao Terminal, que ya tiene el visto bueno de la entidad portuaria para ocupar 54.675 metros cuadrados en este muelle, colindante a su actual concesión de 43,8 hectáreas. La estibadora, que tiene entre sus principales accionistas al gigante chino Cosco Shipping Ports, prevé parametrizar el patio de contenedores en la zona de ampliación para concentrar toda la actividad de short sea en el muelle A1, cerca de la terminal ferroviaria, como ya publicó este medio.
La hoja de ruta inversora de la Autoridad Portuaria también recoge el inicio de la urbanización de la primera fase del Espigón central. Los trabajos se acometerán en tres etapas. La primera, que comprende 201.399 metros cuadrados, ha salido a concurso por un importe de 9,3 millones de euros.
Además de estas obras, el organismo portuario prevé licitar, también este año, otras actuaciones menores, como la construcción de un nuevo acceso rodado a la segunda fase de la Zona de Almacenaje y Distribución del puerto (ZAD 2), por un importe algo inferior a los 5 millones de euros, un muelle de Emergencias (1,2 millones de euros) y el refuerzo estructural del viaducto en la carretera N644 (1,1 millones de euros), entre otras.
Las inversiones previstas se suman a las medidas económicas que está aplicando la entidad portuaria para atenuar a las empresas y proveedores del puerto el impacto del Covid-19. Estas medidas, adelantadas por este medio, están orientadas básicamente a trasladar liquidez al sector, reduciendo costes, retrasando cobros y adelantando pagos. Igualmente, en aquellos casos en los que se demuestren posibles incumplimientos de la actividad mínima comprometida atribuibles a la pandemia no se les aplicará penalizaciones este año u otras consecuencias previstas en los mismos, destacaron desde la entidad portuaria.