La entidad que preside Ricardo Barkala saca a concurso las obras de construcción de la segunda fase del Espigón central, que aportará una nueva superficie de 31,2 hectáreas, por un importe de 55,44 millones de euros.
La Autoridad Portuaria de Bilbao, que preside Ricardo Barkala, sigue quemando etapas para completar su ampliación en el Abra Exterior, que arrancó en la década de los noventa. Tras el reciente visto bueno del Consejo de Ministros, la entidad ha sacado a concurso las obras de construcción de la segunda fase del Espigón central, que aportará una nueva superficie de 31,2 hectáreas. El presupuesto base de licitación del contrato es de 55,44 millones de euros (sin IVA), con cargo a recursos propios del organismo portuario. El plazo de ejecución es de 26 meses.
La presentación de ofertas finaliza el próximo 20 de junio. La entidad, en este sentido, confía en poder adjudicar los trabajos bien avanzado el verano y arrancar la construcción en otoño, por lo que la nueva explanada podría estar acabada a finales del año 2026, como ya avanzó este periódico en su edición digital.
La actuación contempla la conformación de dos nuevos muelles, el A-3, de 664 metros, y la prolongación del A-4, de 347 metros, lo que proporcionará cerca de un kilómetro nuevo de línea de atraque. El calado de ambos muelles es de 21 metros.
La nueva inversión persigue dar respuesta e incentivar el tráfico ro-ro y la carga de proyecto, especialmente componentes eólicos producidos en el hinterland del puerto, que podría terminar el año con el 95 por ciento de ocupación.
La obra, que pondrá fin a la ampliación del puerto, que arrancó en 1992, está prevista en el plan de inversiones 2023-2027 de la Autoridad Portuaria de Bilbao, incluido en el Plan de Empresa consensuado con Puertos del Estado.
Los graneles líquidos impulsan el tráfico
La Autoridad Portuaria de Bilbao ha cerrado el primer cuatrimestre del año con un tráfico de 11,5 millones de toneladas, lo que supone un avance próximo al 10 por ciento, impulsado por el buen comportamiento de los graneles líquidos, que suponen el 66 por ciento del tráfico portuario, con Petronor como principal cliente. Precisamente, los productos petrolíferos crecieron un 24,6 por ciento, hasta los 5,2 millones de toneladas. Este envase sumó los 7,6 millones de toneladas entre enero y abril, un 17 por ciento más que en el mismo período del año anterior.
Este aumento permitió mitigar la pérdida de carga seca, que registró un descenso del 2 por ciento en el período analizado. Por envases, los graneles sólidos disminuyeron un 3 por ciento hasta los 1,2 millones de toneladas. Por su parte, la mercancía general, con un movimiento de 2,6 millones de toneladas, disminuyó un 1,5 por ciento. La pérdida de tráfico corresponde a la mercancía en contenedor, un 4,4 por ciento, mientras la carga convencional avanzó un 3,7 por ciento, con un flujo de cerca de 995.000 toneladas. El puerto movió 150.000 TEU en el cuatrimestre, lo que supone una caída del 10 por ciento.