Su nuevo presidente, Rubén Ibañez, apuesta por reforzar la comercialización del enclave para atraer a nuevas navieras al tiempo que se ejecuta el plan inversor en infraestructuras logísticas e intermodales por valor de 223 millones de euros hasta el ejercicio 2027.
El Puerto de Castellón pone el foco en la captación de nuevos tráficos que le permitan recuperar, a corto plazo, parte de los flujos perdidos en los últimos años y reforzar la diversificación del enclave en productos y mercados, focalizado actualmente en flujos energéticos y de aprovisionamiento de materias primas para la industria cerámica.
Esa va a ser la principal misión de Ruben Ibáñez Bordonau, su presidente, que ayer tomó posesión del cargo en un acto protocolario multitudinario en presencia de Begoña Carrasco, alcaldesa de Castellón, Carlos Mazón, presidente de la Generalitat Valenciana, y de Álvaro Rodríguez Dapena, presidente de Puertos del Estado, entre otras autoridades presentes.
Carrasco, Rodríguez Dapena y Mazón expresaron al nuevo presidente de la Autoridad Portuaria que tendrá todo el apoyo de sus instituciones para trabajar “codo con codo” dentro del plan de inversiones previsto por el enclave hasta 2027 por valor de 223 millones de euros, con el reto de abordar la conexión ferroviaria al puerto por el sur.
Tras jurar el cargo, en su discurso, Ibáñez indicó que “la situación general no es buena, hay mucha incertidumbre y hay una caída ostensible de la actividad”. Y matizó que especialmente Castellón se está viendo afectada por la situación geopolítica y comercial en sus principales clientes como son Argelia, Ucrania e Israel, lo que “va a impactar en nuestra cuenta de resultados”.
El presidente del Puerto de Castellón recalcó la importancia de “la unidad de acción de toda la comunidad portuaria” para explorar nuevos retos, abordar oportunidades y demandó a la industria cerámica que utilice más el enclave para canalizar sus tráficos de exportación, flujos que hoy salen mayoritariamente por el puerto de Valencia.
En este sentido, indicó que solo el 16 por ciento de las exportaciones de azulejos salen por Castellón y animó al 86 por ciento restante “a exportar por la dársena porque el puerto que ve nacer la fabricación debe ver salir la exportación”. En este sentido, Ibañez señaló que “debemos fortalecer nuestra especialización y abordar mercados emergentes”.
El enclave ha pasado en los últimos cinco años de gestionar un flujo de 240.895 TEUs en 2017 a 103.254 TEUs en 2022, mientras que su tráfico estrella en carga seca, los graneles sólidos para el sector cerámico se han ralentizado en los últimos dieciocho meses tras haber alcanzado en 2021 su techo histórico con 9,4 millones de toneladas.
Uno de los objetivos de Ibáñez es reforzar la captación de inversiones privadas para el enclave para lo cual Castellón tiene una importante bolsa de suelo a precios competitivos, ya que “somos el enclave del Mediterráneo con mayor suelo disponible”, matizando la oportunidad que se abre con el desarrollo de Parc Castelló, una iniciativa de la Generalitat Valenciana que colocará junto al puerto una superficie de 1,6 millones de metros cuadrados junto a la futura estación intermodal que dará servicio al Corredor Mediterráneo.
Entre las previsiones de inversión ajena está la anunciada por el grupo energético Ignis que proyecta una instalación para la producción de amoniaco verde ligado al hidrógeno, con desembolso superior a los 1.000 millones de euros hasta 2031. Un proyecto para producir hasta 850.000 toneladas anuales de amoniaco verde.
Ibáñez fue nombrado presidente de la Autoridad Portuaria de Castellón el pasado 10 de agosto a propuesta de la Generalitat Valenciana y ratificado por el Ministerio de Transportes el 25 de agosto. Es licenciado en Derecho y hasta su nombramiento era diputado autonómico en las Cortes Valencianas y portavoz adjunto del Partido Popular en el parlamento autonómico.