El objetivo de diversificación de mercancías que tiene el puerto de Gijón empieza a dar frutos. Y es que en los últimos cinco años ha triplicado la carga general. Además, la dársena se consolida como puerto granelero, pues dos de cada tres toneladas captadas en la última década corresponden a graneles sólidos.
El aumento de la carga general entre 2004 y 2008 fue constante, mientras el tráfico de graneles sólidos resultó mucho más irregular y tras subir en 2007 cayó de nuevo en 2008, cuando empezó a notarse la crisis que llevó a Arcelor a parar temporalmente un horno alto.