El puerto de Marsella ha presentado recientemente su plan estratégico para los próximos cinco años. La plataforma francesa invertirá 600 millones de euros para generar una inversión privada de 3.000 millones, y transferirá a 650 trabajadores de su plantilla de 1.500 al sector privado. El objetivo es que al final de este periodo el tráfico total del puerto ascienda a 120 millones de toneladas.
Aunque el programa es ambicioso en términos de desarrollo portuario (Rotterdam, puerto número en 1 en Europa, movió 94 millones de toneladas en 2008), sin duda se encontrará con la opsición del sindicato de estibadores más virulento de Francia, la CGT. Por un lado, el plan prevé la transferencia de las actividades de manutención de contenedores Marsella Este y de Fos a operadores privados; pero el mantenimiento de sus equipos se externalizará a un consorcio formado por el puerto y los operadores, lo que es una novedad en el panorama europeo.
Los químicos y los productos petroleros serán gestionados por una empresa participada al 100 por cien por el puerto (su carácter de “interés nacional” permite saltarse la nueva Ley de Puertos), y en ella trabajarán 200 personas (una victoria para el sindicato). Todo esto con el objetivo de colocarse en la décima plaza de los puertos europeos en 2020 (en 2007 fue el número 20). Entre otros proyectos, destaca la inversión de 200 millones de euros del puerto y 300 de operadores privados en el desarrollo de las fases 3 y 4 de la terminal de contenedores Fos 2XL.