El presidente de la entidad asume y apoya las propuestas de los operadores para revertir la caída del tráfico, entre las que destacan el apoyo a la ampliación de la dársena y exigir al Gobierno una “actuación más intensa” para la reabrir la Aduana comercial con Marruecos.
La Autoridad Portuaria de Melilla, tras acumular más de 14 meses de caída de actividad de forma ininterrumpida, por fin mueve ficha para tratar de revertir esta evolución, que deja el descenso del tráfico lo-lo de contenedores en 2018 en el 54 por ciento y la carga ro-ro en el 19,9 por ciento. El presidente de la entidad, Miguel Marín, no solo ha hecho suyas las propuestas de los principales operadores del puerto de la Ciudad Autónoma, sino que se ha comprometido a trasladarlas a la Delegación del Gobierno.
Las medidas planteadas, elevadas en forma de conclusiones tras la reunión celebrada el pasado 14 de enero con los representantes de la comunidad portuaria de Melilla, con la presencia de los consejeros de Medio Ambiente y de Seguridad Ciudadana, se concretan en cinco puntos. Entre ellos, destacan el apoyo “unánime” al proyecto de ampliación de la dársena y la necesidad de instar al Gobierno para que lleve a cabo una “actuación más intensa” que haga posible la reapertura de la Aduana comercial entre Melilla y Marruecos, cerrada en julio por decisión unilateral del Gobierno de Rabat.
Respecto a la ampliación del puerto, pendiente aún del estudio de impacto ambiental, los empresarios insisten en que merece la calificación de “crucial para el futuro de la actividad portuaria y el desarrollo del conjunto de Melilla”.
La ampliación, dotada de una primera partida en los Presupuestos Generales de 2018, que no ha logrado ejecutarse todavía, así como de una previsión plurianual hasta cubrir los 295 millones de euros de su coste, no tiene nueva previsión presupuestaria en el proyecto de los PGE 2019 presentado por el Ejecutivo de Pedro Sánchez. La Asociación de Empresas Estibadoras de Melilla, en este sentido, hizo entrega en la reunión del escrito presentado en Puertos del Estado solicitando el mantenimiento de las citadas partidas presupuestarias y ofreció su colaboración para que se vuelvan a incluir durante su tramitación parlamentaria.
En cuanto al cierre de la Aduana comercial, Miguel Marín lamentó que casi medio año después “nadie sea capar de decir si va a reabrirse”, por lo que reclamó al Gobierno que “intensifique las conversaciones con Marruecos para que se reabra lo antes posible”.
Otro de los puntos destacados en la reunión fue la necesidad de ampliar el horario operativo de tránsito de mercancías por la frontera de Barrio Chino y favorecer la nueva zona de intercambio comercial prevista para la misma frontera mediante proyecto que ya fue redactado por la Ciudad Autónoma. No hay que olvidar, como ya adelantó este periódico, que los empresarios mantienen que las medidas adoptadas en mayo de 2017 por el anterior Gobierno respecto a la reordenación del comercio fronterizo han tenido unos “efectos perniciosos que, aunque no deseados, han conseguido reducir las salidas de mercancías por los pasos fronterizos y, consecuentemente, ha caído el volumen de nuevas importaciones por el puerto”. La Plataforma de Empresarios de Melilla advierte de que “si no se toman medidas urgentes al respecto, los tráficos seguirán en descenso”.
Los empresarios melillenses también piden que la Delegación del Gobierno dé instrucciones “claras” a la Policía y Guardia Civil frente al comercio fronterizo peatonal, así como la ampliación de sus plantillas.
Por último, la Autoridad Portuaria ha decidido crear un órgano en el que estarán representados todos los sectores empresariales que operan en el puerto con el fin de analizar la evolución de la actividad comercial y hacer un seguimiento de los acuerdos alcanzados en la reunión, “muy fructífera”, según operadores consultados por este periódico, que destacaron el “buen tono” de la misma.