El gigante del acero, que ha desviado carga a Francia para ‘arrancar’ mejoras, medita ahora ganar espacio en la dársena ante el incremento de su producción en Guipúzcoa
ArcelorMittal parece haber enterrado el ‘hacha de guerra’ en el puerto de Pasaia. La multinacional siderúrgica, que ha desviado carga a la dársena vecina de Baiona (Francia) para “forzar” mejoras en el enclave, medita ganar espacio en la rada ante el aumento de la producción previsto en su planta guipuzcoana de perfiles de Olaberria.