El puerto de Santander cerró el año 2010 con un tráfico de 5 millones de toneladas y un crecimiento del 12 por ciento, gracias, sobre todo, al buen comportamiento de la carga general.
De hecho, la recuperación se produce tras un año complicado, en el que la crisis pasó factura al movimiento de graneles sólidos, que registraron una caída del 1,37 por ciento, y al capítulo de graneles líquidos, cuyo crecimiento fue del 3,81 por ciento. El organismo portuario recupera, de este modo, la cifra de 5 millones de toneladas tras el último ejercicio en el que se situó por debajo de los 4,5 millones de toneladas.