La Autoridad Portuaria de Tarragona, que preside Josep Andreu, ha adjudicado la segunda fase de la terminal ferroviaria intermodal en el muelle de Andalucía, donde opera la estibadora de contenedores DP World Tarragona. La unión temporal de empresas (UTE) integrada por Acciona Infraestructuras y Copcisa se ha hecho con esta actuación, por un montante de 2,3 millones de euros y con un plazo de ejecución de seis meses.
Se trata de la continuación de las obras de la primera fase, también presupuestada en 2,3 millones de euros, que concluyeron en primavera. Ahora, se hacen dos vías más en ancho mixto (ibérico e internacional), que se suman a las otras dos ya construidas, así como una segunda explanada. Inicialmente, la segunda fase era más ambiciosa, con un presupuesto de unos 11 millones de euros porque incluía la compra de maquinaria, además de otras actuaciones. La terminal tendrá capacidad para convoyes de 750 metros de longitud.
La infraestructura ferroviaria va ligada al Corredor Mediterráneo ferroviario, es decir, a prolongar el ancho de vía internacional que llega al puerto de Barcelona a Tarragona y la Comunidad Valenciana. También va ligada a DP World Tarragona.
La terminal de contenedores tiene capacidad para 1,5 millones de TEUs, y “este tráfico únicamente tiene sentido con una conexión en ancho de vía internacional” que permita colocar la carga en el centro y norte de Europa, señalaba Josep Andreu, en una entrevista, hace unos meses, a este periódico. La cuota del tren en los contenedores que entran y salen del puerto catalán es marginal, aunque llega al 14 por ciento en tráficos agroalimentarios, siderúrgicos y carbón.