La dársena catalana prevé cerrar 2007 con un movimiento de 50.000 contenedores, frente a los 34.200 que manipuló en 2006.
El puerto de Tarragona incrementará su capacidad para el tráfico de contenedores con el traslado de las actuales terminales de vehículos que ocupan el muelle de Andalucía a la ampliación del de Cantabria. El espacio liberado en Andalucía se destinará a TEUs, “con lo que se multiplicará por cuatro la capacidad actual”, que pasará de las ocho a las 32 hectáreas, según señaló Francesc Sánchez, director de la autoridad portuaria. A principios de noviembre, finalizó el dragado para ampliar el muelle de Cantabria. “La pavimentación estará lista durante el primer trimestre del próximo año, con lo que el traslado ya se podrá realizar”.
No obstante, el espacio liberado no significa que se vaya a utilizar inmediatamente. “En principio, somos partidarios de una única terminal de contenedores en Andalucía, por lo que la opción más viable es la ampliación de la concesión actual”, que ocupa Contarsa, operador que no se plantea, a corto plazo, crecer físicamente. El puerto de Tarragona alcanzará en 2007 unos 50.000 TEUs, tráfico al que no se acercaba, ni de lejos, desde 2003, cuando llegó a los 57.018 TEUs, su máximo histórico y que descendió bruscamente, hasta los 17.214 TEUs en 2004, al perder las líneas de Maersk y Alcudia.
El pasado año sumó 12.200 TEUs y el acumulado en los primeros nueve meses de este año ya supera los 34.000. “Podremos llegar a los 50.000 en 2007”, aseguró Sánchez. Tarragona, un puerto tradicionalmente granelero, “tiene muchas posibilidades de dar un salto cualitativo en contenedores, y sólo con el crecimiento vegetativo, podemos alcanzar los 60.000 o 70.000 TEUs en 2008”. No obstante, “nuestra primera prioridad es atender exquisitamente a nuestros clientes de graneles sólidos y líquidos”. A los tráficos tradicionales va destinada la futura terminal multipropósito que se dedicará a graneles sólidos, líquidos no inflamables y carga general no contenerizada.
El puerto catalán prevé aprobar en el último consejo de administración del año el concurso para adjudicar la construcción del muelle Isla de Baleares y la explotación de la terminal que acogerá. El Ministerio de Medio Ambiente ha confirmado verbalmente a los responsables portuarios que el nuevo muelle no necesita la declaración de impacto ambiental, “esperamos la respuesta oficial para sacar a concurso el proyecto”, añadió Sánchez. De cumplirse las previsiones, la terminal estará operativa, como muy tarde, en el año 2012.