Su renovado plan estratégico coloca a la dársena como el gran hub multicliente del sur de Europa con una previsión de 90 millones de toneladas y 6 millones de TEUs en 2020.
El puerto de Valencia apremia a los operadores y colectivos que forman parte de su cadena logística a abaratar los costes para atraer un segundo gran armador a la dársena, que permitirá colocar al enclave como el gran hub multicliente del sur de Europa con unas previsiones de 90 millones de toneladas y seis millones de TEUs en el año 2020
El puerto de Valencia encara su futuro con una estrategia comercial perfectamente trazada (Rumbo 2020) y “focalizada en continuar explotando su capacidad como hub mixto, ofreciendo a las navieras economías de escala por la operación simultánea de tráficos importexport y transbordo”, según señaló Juan Antonio Delgado, Subdirector General de Valenciaport.
Delgado indicó que “queremos seguir siendo un hub mixto para seguir ofreciendo las mejores economías de escala”, matizando que para asegurar este modelo, “es primordial realizar un esfuerzo en abaratar los costes, con un equilibrio entre transbordo y carga local para poder ofrecer precios competitivos y siendo “sostenibles con conceptos como la huella de carbono”. El objetivo es lograr un crecimiento global del 47 por ciento en el tráfico de contenedores hasta 2020, registrando un tráfico en una horquilla entre 5,6 y 6,2 millones de TEUs, con un porcentaje nunca menor del 40 por ciento de import-export, diez puntos menor al actual.
En tráfico total, la cifra se situará en 90 millones de toneladas en 2020 con 225 millones de euros en ingresos, situando en 2,5 euros el ingreso bruto por tonelada, aumentando un 40 por ciento el ratio actual de 1,80 euros. “Las navieras si nos eligen como hub crecerán en transbordo, el ejemplo es el ‘efecto MSC’, nos interesa porque genera empleo, pero lo que más nos interesa es el solomillo, que es la import-export”, señalaba el presidente del puerto de Valencia, Rafael Aznar, en la presentación del renovado plan estratégico, que con un coste de 2,2 millones de euros, ha elaborado la consultora AT Kearney, que ha contextualizado las nuevas amenazas a las que se enfrenta el puerto.
Su presidente, Eugenio Prieto, señaló que “hay que reducir el diferencial significativo que hay en la estiba frente a otros competidores”, si bien señaló que en los últimos años ha habido una mejora en la productividad pasando de 18 a 25 movimientos a la hora, concluyó que “hoy los clientes quieren menor coste y más servicio”, tras haber destacado que la estiba supone el 65,5 por ciento del coste de escala de un contenedor de tránsito, el remolque un 14 por ciento, las tasas, un 11,6 por ciento, el pilotaje, un 6,1 por ciento y el amarre, un 2,8 por ciento.
Por último, Aznar defendió una ‘actitud consorciada’ entre todos los operadores y colectivos que forman parte de la cadena logística portuaria dentro del gran objetivo que es “defender la competitividad del comercio exterior de España y que pueda competir en la globalización que vivimos”, matizando que “este ya es hoy el éxito de todos”.
“Se puede no tocar los salarios y ser más competitivos”
La actualización del plan estratégico de la Autoridad Portuaria de Valencia es una reflexión abierta a la comunidad logística y portuaria dentro de un escenario económico que “está lleno de complejidad e incertidumbre, lleno de dificultades”, en palabras del presidente de Valenciaport. Rafael Aznar, que indicó en su presentación que “nuestro único afán es ser útiles a la economía real para que sea más competitiva”, explicó que “la crisis económica ha tenido un fuerte impacto en la demanda de tráfico que Valencia ha gestionado mejor que sus competidores”.
Aznar avanzó que la semiautomatización se aplicará en la ampliación norte y habrá una migración paulatina en las terminales actuales. El mensaje es rotundo a los estibadores: “el mercado está cambiando, la competencia es creciente, hay que ajustar costes, hay que hacer un nuevo ejercicio de madurez tras haberlo hecho con la productividad”, advirtiendo que con las nuevas tecnologías “se puede no tocar los salarios y sermucho más competitivos”.